Después llegaron Adela Quirós, Gustavo Lobo, Ani Brenes, Manuel Aguilar Vargas, Perry, Cristopher Montero, Carlos Bonilla Avendaño, Mainor González, Alfredo Trejos, Joan Bernal Brenes y otros, cuyo nombre la memoria no me ayuda a recordar. Ha pasado el tiempo y si algo se puede agradecer a Chico y su taller, fue que no creó chiquitos. Mi obra es diferente a la de cualquiera de mis compañeros de taller, la obra de mis compañeros es diferente a mi obra, sin embargo compartimos nuestro amor por la lectura y la escritura, por el oficio literario.
martes, 29 de diciembre de 2009
El Café Cultural "Francisco Zúñiga Díaz"
Después llegaron Adela Quirós, Gustavo Lobo, Ani Brenes, Manuel Aguilar Vargas, Perry, Cristopher Montero, Carlos Bonilla Avendaño, Mainor González, Alfredo Trejos, Joan Bernal Brenes y otros, cuyo nombre la memoria no me ayuda a recordar. Ha pasado el tiempo y si algo se puede agradecer a Chico y su taller, fue que no creó chiquitos. Mi obra es diferente a la de cualquiera de mis compañeros de taller, la obra de mis compañeros es diferente a mi obra, sin embargo compartimos nuestro amor por la lectura y la escritura, por el oficio literario.
jueves, 10 de diciembre de 2009
Elegía
Un día como hoy llegó tu muerte.
Hace tiempo la esperábamos.
Tu muerte era azul y gris como el verano,
–Recuerdo –, el gris que aguarda
Sucio en las esquinas.
Un día de pronto te moriste,
Dejaste tu cuerpo con un traje azul marino,
Con una tierna mirada disecada,
Y una sonrisa que dibuja la penumbra.
Tras de ti venían
Multitudes de palabras,
De páginas sonoras,
De lápices cantores.
Recuerdo el aire de tu muerte,
Un aire gris,
Melancólico,
Sin aire.
Un ángel te aguardaba tras la puerta,
Con una hoz y un martillo,
Para escribir tu nombre en las hogueras y paredes,
¿Qué deja el hombre cuando muere?
¿Qué entrega el hombre a la nada y al olvido?
Entregaste palabras como sueños.
Universos diminutos,
Historias como días,
Si olvido algo, después me lo recuerdas.
Un día de pronto de moriste,
Pero no haremos un altar a tu memoria,
Escribiremos poemas como brújula y sextante,
Como mapas o retratos,
En aquella mesa abierta hacia la noche…
miércoles, 28 de octubre de 2009
Joan Bernal Brenes: Definir la realidad
En en un mundo de sobreofertas poéticas y una demanda fragmentada de lectores, la obra de Joan Bernal Brenes es quizá una de las más brillantes en su intento por definir la realidad del ser costarricense y la individualidad del ser poético. En su verso se pueden hallar reminiscencias de una multitud de autores, lecturas asimiladas inteligentemente, para dar un producto nuevo y claro. La realidad que retrata con precisión de orfebre Joan Bernal es el barrio, la plaza, el pueblo, la ciudad, desde un yo insoslayable. La experiencia poética no es trascendental, sino contigente: mi ser es mi circunstancia. Desde su primer libro, el poeta nos señala el origen desde donde nos habla con voz de templo y hacia donde va dirigida su voz. Un poema paradigmático de la misión del poeta es:
Alfredo Trejos
la gravedad el caso
de dejarse cerca
sin timidez o duda
ella se encorva
a sentirse él
se siente a encorvarse
repetidamente
ninguno calla
ellos son
existen tardíos o tempranos
dice él: son cosas
ella: afinidades
tintero y mano
sospechan cómo saber encontrarse.
Su solo corazón
bombea
sangre sin tiempo
y sangre
afinada por mi sangre
Tribulados
por no poco sentimiento
tintero y mano
sacuden la tarde
a un costado
-en el centro-
son siempre elementales.
Necesariamente nuestros
tintero y mano saben
reabrir su corazón por divisarse
Cuando escribe
mi ser
es reprochable
porque mayor
es el transcurso
de ellos ante todo
simple tintero
y simple mano:
reto coraje.
trocar es verbo tuyo
trocar es un gran verbo
no es gratis que tu obra
fuera de una gran tamaño
o que honraras tu bebida
y cenizaras mucho
que tú nunca descuidaste
componer en perorata
para hablar como el insecto
que se baña en cada hoja
que el azar no fue tu asma
ni tu única familia
que orquestaras en tu pecho
el silencio más notable
que hayas nacido viejo
que hayas vivido en Cuba
don José. Todo está claro.
La obra de Joan Bernal Brenes es síntesis de un manejo refinado del lenguaje, del esfuerzo y la valentía para construir un estilo personal. Una poesía innovadora como ocurre en la quinta parte de su segundo poemario "Diccionario auxiliar de desencanto", en la que de una manera elegante satiriza el medio poético y social costarricense. Espéremos pronto una nueva obra de este gran poeta costarricense, quien desde sus circunstacias asume el reto poético con denodado coraje.
viernes, 23 de octubre de 2009
Mainor González Calvo: La encarnación de la antipoesía
La obra poética de Mainor González Calvo es la encarnación de la antipoesía, se inscribe dentro de una generación de ruptura con el imaginario de la naturaleza como identidad costarrincense, escribe contra lo bello-natural de lo cual ha abusado -quizás demasiado- la poesía costarricense (Chavarría, 1998: 3) La antipoesía pretenden de forma irreverente, agresiva y absurda desacralizar el discurso de la Poesía con mayúscula. Si se busca su origen, se comprende que es una reacción en Chile contra el complejo lenguaje impuesto por Huidobro y por el éxito extraordinario del Residencia en la tierra de Neruda. Es una poesía que aparenta una condición oral, aunque es minuciosamente culta. La irreverencia de este discurso se torna en parodia, ironía y sarcasmo sobre la poesía tradicional. La agresividad ante las convenciones literarias o culturales muestra un parentesco con las actitudes características de los movimientos de vanguardia. El absurdo se relaciona con la escritura automática, las asociaciones de palabras, las experiencias oníricas y las rupturas topológicas y cronológicas.
La antipoesía de Mainor González surge dentro de un acelerado proceso por desacralizar la Poesía Costarricense, cuyo núcleo se encuentra en la poesía trascendentalista, representada por Laureano Albán, Julieta Dobles, Ronald Bonilla, Carlos Francisco Monge, Milton Zarate, Jeanette Amit, Alvaro Arias, Gonzalo Campos, Luz alba Chacón, Leda García, Sonia González, Doris López, Elizabeth Marín, Carlos Morera, Martha Pinto, Cristián Alfredo Solera, Alexander Sancho y Mario Ulate. La poesía trascendentalista se transforma en el discurso oficial de la literatura costarricense, discurso que debe ser socavado por las nuevas voces poéticas.
Entre ellas, se encuentra muy clara y fuerte, la obra de Mainor González Calvo, quien desde su primer poemario Calvarios y catarsis (1997) inicia el proceso de socavamiento de la estética aúrica. El poemario es una exploración desde el absurdo y por el absurdo de las relaciones entre el poeta y su entorno. Los conflictos, a los que se enfrenta el artista, solo lo conducen a un universo de sufrimiento y purificación. El poeta lucha contra el mundo sin posibilidad de triunfar y sin posibilidad de redención, como ocurre en el poema IV:
¡Bienvenidos al encuentro del siglo!
Espero que disfruten del espectáculo.
En esta esquina
con peso de setenta kilos
cuerpo de bahía abandonada
y espíritu crucificado
el poeta Mainor González.
(¡Buuuuuuuuh! ¡Buuuuuuuuuh!)
(¡eeeeeeeeeeh! ¡Eeeeeeeeeeeeeh!
En esta otra,
con peso mayor a la soledad
y un aguijón indiscutible,
el eco del mundo
la mano que aplasta bichos
y coloca en su sitio los moños.
(¡Buuuuuuuu! ¡Buuuuuuuuuuh!
(¡eeeeeeeeeeeh! ¡Eeeeeeeeeeeh!)
Y comienzan.
Se dan un golpe
este recibe otro
aquel se amarra a las lianas
se juntan en falsedad
se escupen se gritan
se amenazan
reciben estoicamente
¡Se desploma!
¡Sí!
El pequeño vuelve a ver a la gente
y no puede ponerse de pie
Uno, dos, tres, cuatro, cinco...
Dos aficionados a la salida:
-Viste, no duró ni un suspiro.
-Ya sabía.
El que se mete con el Campeón
no soporta por mucho tiempo
la ventisca del mundo en sus espaldas.
gustan siempre de un par de ventanas
de mucho turrón en los brazos
y candelillas para dormar a los transeúntes.
Les pica un poco los bolsillos
y adornan con lengüeta cualquier promoción
que ilumine las fases de un bazar.
Aman con fervor absoluto
las ovaciones y los ágapes de bombín
revueltos bajo una delicada capa
de perfume y tradición
pero eso sí
no soportan un guiño mal empleado
ni una palabra rebelde
que pide mayor apertura sus abrigos.
Por eso
desde hace mucho
yo siempre paso de largo
cuando escucho sus voces
lamiendo estrepitosamente las aceras.
Para muchos una esperanza
para otros un desquite
para algunos barrial de pobres
para pocos un negocio del cielo
para la mayoría un deschave, una insurrección, una calamidad
para la otra parte un descalabro en la conciencia
para la comunidad un día más, un día menos
para el país la lógica transmutación del Carnaval de Río
El poema ya no es simplemente un espacio para la desacralización del discurso poético ni para el enfrentamiento con oficialidad enferma y suicida, sino un lugar de descubrimiento. El poeta se deshace del feísmo, del canibalismo, para convertirse en descubridor de su ámbito vital. El poema ya no tiene una función política, sino una función estética, se reduce a una sencillez, claridad y precisión absoluta. El rumbo escogido por Mainor González Calvo da sus más granados frutos en su libro prosas antropófagas, quizás hasta la fecha su libro mejor logrado. Un poemario de amplio espectro que muestra el talento y el genio de un poeta que alcanza la madurez, como ocurre con el poema
"Pequeña acotación matinal":
A veces, desde mi cuarto, veo a los niños salir en procesión, soberanos, dueños temporales de la calzada y el envés de las aceras. Entonces, justo cuando cojo el papel y despierto el lápiz, la calle empieza a ser barrida por los tirabuzones y el silencio. Me doy cuenta de que es hora de partir. Tomo los cuadernos y los libros que han de trabajar hasta la noche. El cuarto(creo) comienza a despedirse. Sabe que no le hago mucho caso y él tampoco hace caso de mis recovecos. Salgo. El sol comienza a desplomarse como plomo derretido. El camino por recorrer es menguado. La soledad espera, fumando un cigarrillo, a sus deudores frente al corredor de la pulpería.
Un poema terriblemente conmovedor que nos recuerda los cuadros creacionistas de Pierre Reverdy. El poema descubre en la realidad la magia y el misterio. Mainor González Calvo es un poeta costarricense. Su obra, fuera de los círculos y periódicos viciados de la oligarquía, es una muestra de talento, ingenio y rebeldía. En la "Pequeña acotación matinal", el poeta recorre un mundo siempre en movimiento, todo se acerca o se aleja, pero no existe alguna explicación de este movimiento, simplemente ocurre. El mundo está vivo y se transforma en la manos del poeta. Siempre es hora de partir, siempre que se escribe se vacía el poeta de sí mismo y lo demás. Prosas antropófagas es un buen, un libro capaz de despertarnos la curiosidad y el interés, capaz de sorprendernos con sus imágenes, sus sueños, su locura. Regresar a él, no es regresar a una cantina, donde siempre se toma lo mismo, es recuperar el barrio, la ciudad, la nación: Costa Rica, vista en su pasión y ceguera.
lunes, 12 de octubre de 2009
María Morales C. : El corazón de la urbana realidad
La poesía de María Morales alcanza las cimas más impuras y exactas de la realidad como ocurre en el poema "Two of us":
Pasamos la tarde
al suavitel.
Sentadas en el parque
nos vamos con las palomas.
Entre el ir
y el volver,
las cremoletas descienden
cagándonos la ropa.
El poema recobra la infancia como un paraíso perdido, donde se comparten los placeres cotidianos. En todo su esplendor la niñez es el disfrute de los espacios abiertos y las aves cotidianas. También es el goce de la dulzura renovada por los helados. La antítesis entre los términos suavitel / cagándonos se presenta como la antítesis entre la infancia y la adultez, en una se busca la limpieza de las formas en la otra la impureza es alegría y gozo. La cotidianeidad se convierte en una fuerza mágica y llena recodos de asombro e ilusión. En la segunda parte, el amor o la ausencia de él se convierte en el modelo de la vida poetica como ocurre en el poema "New Songs":
Enfrentarse a dos tazas de café
cuando solo se enciende un cigarrillo,
es el resultado de un hasta luego
cuando se quiso decir jamás.
Fue así como la casa llegó a tener más ganchos
pero menos electrodomésticos.
Desde entonces Dylan tiene más canciones.
Desde entonces puedo volver a comerme las uñas,
regresar a mis hábitos de incienso,
de comer pescado con chocolate.
Desde entonces puedo dormir tranquila
sin el concierto de nariz con el cuerpo de hombre.
Tenés que verme despertar cada día,
en el espejo se abre una sonrisa
diciendo jamás.
En este maravilloso poema, un poema único, se observa como el desamor urbano se recrea y recrea en escenas de una maestría implacable. El enfrentamiento con esa soledad simbolizada por las tazas de café y el cigarrillo nos lleva hacia el abandono, a volver sobre las costumbres y manías poéticas. El uso del voseo tan precisamente empleado es una declaración de guerra contra una realidad que oprime, una realidad reducida a la negación de la negación. En la tercera parte la relación entre realidad, cine y televisión, profundiza las revelaciones de una realidad desnuda y urbana, como sucede en el poema "El alter ego de Gabriel García y Metro Golden Meyer":
En el adentro
solo hay discusiones
de reptiles lejanos
entrenados con pasta muy dura,
pero sobre todo
con pasta muy miope.
En el adentro
sólo hay un general panzón,
y unos discípulos que no se dan cuenta
de que cuando él señala,
su mano ya tiembla.
Si las voces
del adentro
salieran al afuera
al afuera
afuera afuera
fuera
de los focos
de las piezas de mecánica
y del uso de la lengua,
algunas revoluciones
no llegarían a ser
tan malos brindis.
Un soberbio poema que desmetifica la relación entre literatura, cine y realidad. La paradoja entre el adentro y el afuera recrea dos espacios que son cada día más lejanos. El poema cada día es más realidad y menos literatura. En la novelística de García Marquez la poeta revela una fractura entre lo literario y la realidad. Lo literario es miope, obtuso, lleno de acólitos que siguen a ciegas las normas y las reglas de los maestros, imitación del gesto y la postura; mientras en el afuera la verdad insoslayable, la realidad que no escapa al análisis y a la desmitificación, la realidad desacralizada en todos sus recovecos y aristas.
El poemario en el otro patio es quizás uno de los mejores publicados dentro de la tendencia a una poesía urbana, una escritura convincente, existencial y llena de descubrimientos. Un libro que no puede pasar desapercido porque está aquí con nosotros.
miércoles, 7 de octubre de 2009
Camilo Retana: un genio adolescente
El proceso de desacralización del discurso poético no se basa en la ironía de Nicanor Parra, que algunos comentaristas apuntan, sino en la identificación del yo poético con una realidad no poética. El libro, inteligentemente dividido en cuatro partes tituladas Mal acompañado, Contestador en cero, La mala estirpe y Tocar el humo, desarrolla un tránsito desde el yo poético hacia la familia y la literatura. La desacralización como meta, fin o destino del poeta, se expresa desde un análisis concienzudo de las relaciones entre el individuo y las circunstancias que lo oprimen. La memoria como vehículo de la opresión constituye uno de los ejes fundamentales del poemario, el otro eje lo forman una serie de arquetipos o modelos simbólicos. El primer poema "Pongo silencio" es un excelente ejemplo del proceso de desacralización iniciada por la generación de Retana:
Pongo silencio
en las heridas
como si de verdad creyera
que a la soledad
hay algo que la borre
Cierro las ventanas,
guardo bajo llave
el recuerdo
casi triste
de mi hermana
Afuera
alguien toca la puerta
pero no abro
Es que hace mucho tiempo ya
que no estoy esperando a nadie
Definitivamente, el lector se encuentra ante poema paradigmático que revela los motivos sobre los cuales evoluciona el poemario. El yo lírico se coloca en una posición tópica para mostrar sus heridas: la familia y la literatura. La claridad, sencillez y concisión muestran como es innecesaria la pirotecnia de adjetivos y metáforas ocultistas. El poema crea un escena que busca la empatía del lector, una identidad entre soledades anacrónicas. Es una historia íntima que quiere ser universal. En la segunda parte del poemario Contestador en cero, otro poema de una precisión única se titula "Tomo el bus", en que el poeta revela otra de las fuerzas opresoras que lo invaden:
Tomo el bus
allí conjuro
los intentos fallidos
de derrumbarme
Imagino
que esperás en el sillón,
vos también
con todas las batallas perdidas
dándole cuerda al mundo
haciéndote la sola
Un poema de un hondo estrecimiento personal que transforma un hecho cotidiano en un asunto carácter universal. El sufrimiento y la esperanza como fuerzas en constante pugna, la necesidad de creer, aún cuando el universo sea una máquina de cuerda que la amada pone a trabajar. La destreza insuperable del poeta para dibujar el movimiento y la quietud con un lenguaje cuya sencillez se eleva sobre la grandilocuencia vacía, se convierte en un motivo para continuar la lectura del libro. Pues, la tercera sección La mala estirpe es quizá la más intensa y lograda del libro. La figura paterna es la herida, no una herida, sino la herida insoslayable. Su presencia y su ausencia son el alfa y la omega, el principio y el fin, como sucede en el poema "Papá" de un lirismo desgarrado:
Papá,
maldito
me hubiera gustado que te callaras a tiempo
que verano y noche
no estuvieran jamás en tus poemas
Ay Papá
vieras como aborrezco perdonarte
desmentirte
retomarte
Nada de lo que hay en este cielo es tuyo
lo perdiste por volverte loco
por volvernos locos
por marcharte a tiempo
La figura paterna se formula como un arquetipo mítico, es una fuerza opresora con la que el poeta desarrolla una relación basada en el amor y el odio. La presencia del padre se inserta en la escritura y la psique poética. El padre como afirma Paz "es el símbolo de lo cerrado y agresivo, capaz de chingar y abrir... la cuestion del origen es el centro secreto de nuestra ansiedad y angustia." Sentimientos que el poeta resuelve con la ausencia paterna, aunque su ausencia no logra calmar el desagarramiento vital que se ha revelado con la escritura poética. La última parte Tocar el humo se reunen los tópicos que ha ido mostrando el poeta, y quizás el mejor poema sea "La poesía tiene su propio rumbo", una clara y exacta arte poética de la que reproduzco solo algunos fragmentos:
La poesía tiene rumbo propio. Igual que un caballo que, abandonado por su único jinete, se lanza a galopar. Pierde el tiempo quien pretende encauzar o decirle donde ir a la poesía.
...
El poema es un perro rabioso que ante el aburrimiento, la noche o el misterio no sabe hacer otra cosa que incrustar sus uñas sucias.
...
El oficio del poeta es miserable, innecesario y descarado. El poeta debe ser un mentiroso: un demacrado alcohólico o un abstemio miserable.
El poema es un claro ejemplo de un proceso de desacralización del discurso poético construido sobre la relación poesía, poema y poeta, como si fueran círculos concéntricos de un infierno dantesco. Camilo Retana es uno de los mejores poetas que ha aparecido en la ya paradigmática editorial Perro Azul. El libro mala estirpe es un modelo de buena poesía, esfuerzo y trabajo literario. No es de extrañar que su primer poemario aparezca en una de las editoriales de mayor seriedad en el ambiente cultural costarricense. No se puede hacer otra cosa que recomendar la lectura de este poemario que riega su veneno por las calles de San José.
domingo, 4 de octubre de 2009
Camilo Rodríguez Chaverri: El gran polígrafo del siglo XXI
El libro se inicia con un poema de carácter cinematográfico a la manera Martin Scorcese o Luchino Visconti. El epígrafe de Benedetti "Nadie puede / contemplarse dos veces / en tus ojos." implica una lectura que busca la empatía con el lector y la denuncia de la realidad sucia y prostituida. El hablante nos conduce como un lazarillo para con observemos con un único ojo aquello que jamás se volverá a repetir:
Aquí le llamamos la zona roja.
Hay gente tirada en las calles, en los caños.
He visto aquí personas con barba de muchos días
y enaguas rotas,
elegantes a pesar de la ocasión,
mujeres con una chinga de cigarro
como para que la mano y la boca no pierdan c0ntacto,
niños olvidados por el destino.
Es mediodía. Es feriado.
Todos salen de sus cuevas,
buscan un trago o un puro
para recobrar el espíritu de la noche.
De un cuartucho con una puerta
sale una muchacha.
Se puso el mejor vestido para el día.
Se ve muy vieja para su edad,
pero hace su mejor esfuerzo.
Hau una pareja sentada en una acera.
Ella levanta la mano.
Ellos le devuelven el saludo.
Sonríe.
Me quedo con su sonrisa
cuando el semáforo en verde
me invita a pasar...
El poema redescubre la realidad de un espacio específico, de un espacio degradado como ocurre en la magnífica novela de Fernando Contreras Única mirando al mar. El poeta se convierte en un explorador de los ambientes excluidos por la literatura oficial. Su trayecto por este espacio particular busca revelar la belleza oculta en una calle que simboliza la prostitución y el vicio en que se haya inmersa la patria. La gente tirada en los caños, los mendigos sucios, sin rasurar, las prostitutas asomadas a las puertas, nos conducen a esa muchacha demasiado vieja que sonríe. Esa sonrisa se convierte en la única verdad de este mundo, un rayo único que la ilumina y la rescata de la degradación. Otro texto paradigmático es el poema 32:
Ella no quiso nada más con él. Le había pegado, la
golpeó muchas veces contra la cama,contra la pila,
contra la cocina. Ella aguantó mucho, pero cuando él
golpeó a sus tres hijas, ya no pudo más.
Le dijo que se fuera, y se fue. A ella le extraño su
silencio y obediencia.
A los días, cuando ella estaba en el trabajo y sus
chiquillas en el colegio, volvió, abrió la casa, la roció
con gasolina y le prendió fuego.
Las dejó con lo que andaban puesto.
La poesía de Camilo Rodríguez Chaverri es una poesía madura, estrechamente ligada con el destino del ser humano. La denuncia, el amor y la esperanza constituyen los ejes sobre los que se construye una imagen de la sociedad y la patria. Su obra se decanta por una sensibilidad clara y directa: No sé si a usted le ha pasado. Muchas veces uno se encuentra con una mirada o un lindo gesto, y se queda sin palabras. Muchas veces uno no tiene que decir cuando mira a un niño de escuela mientras le ayuda a una señora a cruzar la calle, cuando una pareja de ciegos se abrazan en una esquina ante una el sonido de un camión que amenaza con majarlos, o cuando un chiquito se agarra de las piernas de su madre antes de entrar en la consulta médica. Una obra que se maravilla de la simplicidad de la existencia, que no se hunde en la tortura del alcoholismo y los paraísos artificiales. Sin duda, aún podemos esperar nuevos resplandores en esta poesía que marcha por las calles.
martes, 29 de septiembre de 2009
¿Es Parra el único antipoeta?
Qué es la antipoesía:
Un temporal en una taza de té?
Una mancha de nieve en una roca?
Un azafate lleno de excrementos humanos
Como lo cree el padre Salvatierra?
......................................................................
Un ataúd a chorro?
Un ataúd a fuerza centrífuga?
Un ataúd a gas de parafina?
Una capilla ardiente sin difunto?
Marque con un cruz
La definición que considere correcta.
La camisa de fuerza (1968)
Si la antipoesía es la negación del sí mismo y su contrario, entonces, la imaginación dice que la antipoesía es tan antigua como los eslabones del absurdo. Son antipoetas los futuristas, los dadaístas y los surrealistas, como ocurre en el siguiente poema o antipoema:
"Poema Verde"
Negro, Violeta, Rojo
El violeta insulta a los otros dos
Chóferes y peatones
Mi nariz
Está hundida en el cielo y mi culo
Mira al cielo
Está
Tan asombrado
Que el mundo ha dejado de girar por un momento
A las armas
Rectificad las posiciones
Ya era hora, no sé si el chófer
Atropelló a los peatones
Fuego incendio
Ramillete que la tierra ofrece a la noche
Que se aburre
Acompañada
De sus estrellas académicas
Y por el arroyo que repite a la luna
Tonterías plateadas
Adiós poeta del laúd tartas de crema
Supositorios de manteca de cacao
Hurra yo saludo al poeta disconforme
Que sigue excitado
A la realidad
Que se pasea con vestido trasparente
Ven.
Revista Sic (1917) de Pierre Albert-Birot
Sí, eso quiero, un poeta disconforme, un poeta deforme, un poeta-informe, un antipoeta que antipoetice la antipoesía... Aún así, pienso, creo, medito, donde nacen las raíces de esta búsqueda sin buscador. O debo como Catulo escribir "En defensa de mi honradez", para apreciar un poema o un antipoema romano:
Os daré por el culo y me la mamaréis,
mamón de Aurelio y marica de Furio,
que me creíste poco decente,
porque mis versos son ligeros.
Que el poeta piadoso debe ser decente,
pero de ninguna manera sus versos,
pues solo tienen sal y gracia,
si son ligeros y poco decentes
y si pueden excitar las cosquillas,
no digo de los jovencitos, sino de esos
velludos incapaces de menear sus duros lomos.
¿Vosotros, porque leisteis muchos miles
de besos, creéis que no soy hombre?
Os daré por el culo y me la mamaréis.
¿Es antipoética la poesía joven costarricense? ¿Es exteriorista la poesía joven? ¿Es minimalista la poesía? Y si no lo es, es la negación del poema poético del poético poeta o es la negación del antipoema antipoético del antipoético antipoeta. No lo sé...¿acaso lo sabrá el lector?
martes, 15 de septiembre de 2009
Lectura, contralectura, sobrelectura de la poesía en Costa Rica
Es difícil hacer una lectura, apropiarse del lenguaje del poema, y ser a todas luces, un dechado de razón moderna. Quizás, por esta causa es que no se comentan los libros de poesía. La lectura es una contralectura, cuando el autor expone sus sabias y sesudas razones de por qué un poemario es basura -una palabra vacía- si quiere llenar de un lenguaje seudo-filosófico o de una ideología estética. La contralectura se hace desde lo que no me gusta del poemario, la verdad de su contenido, hasta las relaciones con otros autores de la misma época, para caer de nuevo en las frases hechas y los lugares comunes. Aunque la contralectura es necesaria, y a veces, deseable. No se hace, porque no se quiere caer en desgracia entre el reducido círculo de poetas, que al fin de cuentas, son los únicos que leen poesía.
Por otro lado, la lectura oculta, se enmascara de objetividad, de erudición metafísica. No se lee viendo los defectos del texto. Se lee bajo el dominio de la empatía, de aquello que me gusta y refleja mi propia sensibilidad. La lectura se torna en elogio, alabanza, marcha triunfal sobre los cráneos de los poetas muertos. La sobrelectura atiborra páginas y más páginas. Periódicos, blogs, revistas, se desbordan ante el descubrimiento del agua caliente. El poemario es el mayor logro de la humanidad desde el descubrimiento del fuego, de la rueda, de la imprenta. El poeta ha bajado a los infiernos de la realidad esperpéntica y nos ha traído la verdad, la belleza y la bondad. Atónitos, nos rasgamos las vestiduras y damos honor a quien honor merece. La sobrelectura no toca el texto, porque el texto es intocable. El texto es el poeta y viceversa.
Ante esta disyuntiva, paradoja o encrucijada, nos resta leer en silencio, mascullar nuestras cavilaciones; no tomar partido por una contralectura o una sobrelectura. El silencio sordo, mudo y ciego acampa en el mundo literario costarricense. Ni siquiera los periódicos de renombre en Costa Rica se permiten la crítica justa, desbocada y salvaje. Solo el acuse de recibo, trasparente e insulso. ¿Cuánta alegría me daría no encontrar un genio en cada academia o cantina?
miércoles, 9 de septiembre de 2009
A un poeta muerto
dicen que amaba los bares y la podredumbre,
que nunca tuvo un traje de marinero
para tomarse la foto de rigor,
que nunca leyó la Biblia,
pero bajo de la montaña
con un ramo de aullidos
y una sed de tabaco.
Escribió hasta morirse de hambre,
hasta llenar sus pulmones de pajaritos,
de alambres de púas
y navajas de afeitar.
Acurrucado en el corazón de una prostituta,
en el corazón de la desnudez,
con el gusto de haber asesinado las palabras.
Dicen que ha muerto un poeta,
buscaba el lector futuro,
el oidor futuro,
el futuro glorioso de las cucharachas
y los macarrones.
Dicen que soñaba espejos besándose,
máquinas de escribir
y venas sangrantes
como un río de harapos.
No tuvo tiempo de amar los maníquíes y las alondras,
porque odiaba los maniquíes y las alondras,
también la palabra crepúsculo,
la palabra eternidad.
Creía firmemente que todo había pasado de moda,
como el mar que regresa al espejo.
Ha muerto un poeta, gracias a Dios,
pronto lo olvidaremos.
martes, 14 de julio de 2009
Hoguera Infinita: Itinerario de una llama amorosa
jueves, 9 de julio de 2009
Elliette Ramírez Alvarado o los elementos del amor
Acunada a mi espalda tu cálida presencia transpiro | Transpiro tu cálida presencia acunada a mi espalda | En mi espalda transpiro acunada tu cálida presencia |
Prólogos, contraportadas y reseñas de mis libros
Prólogo de Todo es lo mismo y no es lo mismo La poesía de Cristián Marcelo es doblemente vital. Es vital porque respond...

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Hoy, 7 de marzo de 2009, me llegó al correo "El bostezo sin sueño: Erick Gil Salas" de Gustavo Adolfo Chaves. ¿Cuál sería mi ...
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"La literatura costarricense nace bajo el signo del realismo porque la condición de insularidad no permitía gran capacidad para la ima...
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La poesía costarricense sin duda ha dado grandes poetas. Jorge Charpentier es uno de ellos. Su poesía me impresionó desde muy joven, sobre t...