domingo, 29 de abril de 2012

Estación de la nada

Hubo un tiempo a media luz,
Un sitio donde el tiempo ya no era
Y se arrastraba la soledad por la yerba
Y un ciprés ardía bocarriba,
Dando sombra a un hombre solitario.

Hubo un tiempo amargo a las estatuas
En que nadie esperaba aquella aurora,
Aquel resplandor,
Aquella luz abriendo el cielo.

Hubo un tiempo inmóvil, un sol en plenilunio,
Y el hombre estaba allí sobre las aguas,
Buscando su rostro
En el trópico herido por distancias,
Por brújulas que señalaban
Un sueño perdido entre la espuma.

Era el tiempo sin retorno,
Y el hombre buscaba su rostro entre las sombras,
Su larga historia entre las ruinas,
Su reflejos en las hojas de los árboles,
Pero solo encontró su nombre derrotado.

 Entre la sorda soledad del mundo (1997)

miércoles, 4 de abril de 2012

Bernardo Corrales: La continuidad de las fracturas

Bernardo Corrales (Alajuela, Costa Rica,1980) Reside en Barrio San José de Alajuela. Sus poemas se han publicado en la revista literaria Fronteras y la Galería Semillas, en La frontera del ocio, Semanario Universidad. Antologado en Lunada Poética. Poesía costarricense actual 2006. Vol II por Armando Rodríguez Ballesteros. También en Sostener la palabra. Poesía contemporánea costarricense por Adriano Corrales, 2007. Participó en el Taller La Merula del Mango del que fue miembro cofundador y  del Taller Libertad bajo palabra. Es miembro del Grupo Cultural Ambiental Resistencia CALUFA  y del Colectivo La Fuente, periódico local. Ha publicado el libro De tinta el altavoz (poesía, 2008)
La poesía de Bernardo Corrales pertenece a la transvanguardia: la última época, el último periodo, la última generación o ninguna de las anteriores. La transvanguardia debe asumirse como el estallido de las tendencias, la multipolaridad del espacio-tiempo poético, el fin de la ruptura o la ruptura del fin. La poesía de transvanguardia asume como propios los movimientos estéticos-ideológicos que le precedieron, no hay lugar para desechar lo que ya se hizo, todo es reciclable, tanto lo que está dentro de la tradición latinoamericana como lo que proviene de otras tradiciones literarias, sea anglosajona, germánica, arábiga, india, japonesa o china. No interesa ya, si el poeta está comprometido con la realidad o se evade por los laberintos de los espejos, no importa si el yo grita, aúlla, se desgarra, si se borra en él o ella. El poema es, era, será, mientras existan los poetas.
Octavio Paz tiene mucha razón al afirmar que la poesía es conocimiento, salvación, poder, abandono. Operación capaz de cambiar al mundo, la actividad poética es revolucionaria por naturaleza; ejercicio espiritual, es un método de liberación interior. La poesía revela este mundo; crea otro. Pan de los elegidos; alimento maldito. Aísla; une. Invitación al viaje; regreso a la tierra natal. Inspiración, respiración, ejercicio muscular. Plegaria al vacío, diálogo con la ausencia: el tedio, la angustia y la desesperación la alimentan. Oración, letanía, epifanía, presencia. Exorcismo, conjuro, magia. Sublimación, compensación, condensación del inconsciente. Expresión histórica de razas, naciones, clases. Niega a la historia: en su seno se resuelven todos los conflictos objetivos y el hombre adquiere al fin conciencia de ser algo más que tránsito. Experiencia, sentimiento, emoción, intuición, pensamiento no dirigido. Hija del azar; fruto del cálculo. Arte de hablar en una forma superior; lenguaje primitivo. Obediencia a las reglas; creación de otras. Imitación de los antiguos, copia de lo real, copia de una copia de la idea. Locura, éxtasis, logos. Regreso a la infancia, coito, nostalgia del paraíso, del infierno, del limbo. Juego, trabajo, actividad ascética. Confesión. Experiencia innata. Visión, música, símbolo. Analogía: el poema es un caracol en donde resuena la música del mundo y metros y rimas no son sino correspondencias, ecos, de la armonía universal. Enseñanza, moral, ejemplo, revelación, danza, diálogo, monólogo. Voz del pueblo, lengua de los escogidos, palabra del solitario. Pura e impura, sagrada y maldita, popular y minoritaria, colectiva y personal, desnuda y vestida, hablada, pintada, escrita, ostenta todos los rostros pero hay quien afirma que no posee ninguno: el poema es una careta que oculta el vacío, ¡prueba hermosa de la superflua grandeza de toda obra humana! La poesía multiplica sus rostros, sus máscaras, sus simulacros. Su único fin, si algún fin tiene es de crear empatía con un posible lector...
La poesía de Bernardo Corrales recupera los motivos de la soledad urbana y el desamparo existencial, de la precariedad del ser, una sensación de orfandad y de naufragio, que tienen como núcleo ideológico la experiencia de un mundo que se disgrega o se fragmenta, y el ansia de avizorar un nuevo orden o encontrar un nuevo significado a un mundo que se quiebra o se hunde en el caos. En esa búsqueda de un nuevo sentido se configura también un nuevo lenguaje poético: se continúa con el uso del verso libre, el lenguaje coloquial y las cadencias o ritmos de la conversación o la oralidad; la elaboración metafórica es cada vez menos convencional y se acerca al irracionalismo y la novedad vanguardista, con sus asociaciones insólitas y sus piruetas verbales que unen lo disímil o comparan objetos pertenecientes a mundos o áreas semánticas distantes o inconciliables; se incorporan nuevos niveles del lenguaje correspondientes a áreas reprimidas o censuradas de la vida social o psíquica que ingresan de forma transgresora y desinhibida en la poesía costarricense (Quesada Soto: 2010, 93-95) No  deja de ser interesante que los rasgos que enumera Álvaro Quesada pertenezcan a la vanguardia, es el quid del asunto, la poesía de Corrales recicla aquellos elementos que pertenecen a la tradición literaria y en ese reciclaje crea un poesía extrema y novedosa.
9
Recibamos la náusea
quitémonos las vísceras saludemos
pongamos a caminar esta ciudad trasnochada
sobre su tumulto de cadáveres blancos y sobrenombres

Que salga con la solapa ajada el triste gato verde sin
encías
corona de merula el sostén de mangos

Recojamos el cenicero para el nuevo desbordarlo
firmémosle nuevamente nuestro nombre
abracémonos como siempre enemigos
con la boca repleta de moscas

Qué hierva un poco más la esquina
ahí donde nos devoramos la que puede ser
la última noche en una bocanada de espasmo

Recibamos la náusea con el canto del gallo
con sudor y cráneo abierto
con el abrigo tildado

Acto III

Sálvanos telmárquetin en ti confío
todo lo puedo en top model que me fortalece

Ven a nosotros padre del neón
gran padre del celuloide
con tus manos de plasma abrázanos
que tú eres el camino la verdad y la vida
según proclaman tus cúpulas satelitales
madre de las funciones industriales y financieras

JESUCRISTO SUPER ESLOGAN
en las frecuencias radiales

Nos arrodillamos echamos andar en tu nombre
ombligo de firma y estiércol

Protégenos de las estridencias Top fashion

La poesía De tinta el altavoz recupera novedades terriblemente viejas, las actualiza, las reconfigura en una lírica salvajemente brillante. El poeta quiere agarrar al lector y sacudirlo, mostrarle su mundo, sus verdades, con el deseo de recuperar lo que se ha perdido u olvidado. Bernardo Corrales es un poeta de paso firme y desenfadado en la tradición poética de Costa Rica.

REFLEXIONES ACERCA DE LA ANACRONÍA POÉTICA EN LA POSTVANGUARDIA Y TRANSVANGUARDIA

  El anacronismo es uno de los problemas que más interés ha suscitado en mi mente, quizás, porque la literatura acontece en el tiempo sin to...