Para Alfredo Montero
y su “Bar del pescado”
Entre el cielo y la tierra, el ojo mundo cíclope encalla al borde de la sonrisa de una muchacha. A pesar de que Drácula salió con sus concubinas. Hoy siento una lujuria aparatosa, olímpica, que ni las ninfas, las brujas, las Valquirias podrán saciar en una eternidad. Entre el cielo y la tierra, San José, me parece hermosa, con sus calles prostituidas, su afán de extranjería, su manicomio de carros, mendigos, ratas, humo, ratas, gatos… muertos, peces muertos …
de Corriente subterránea (2004-2010)
De aquí hasta Estación Lluviosa he leído tus entradas como un solo poema, con una misma temperatura y ánimo.
ResponderEliminarSe sienten nocturnos y húmedos los tópicos. Especialmente dichosos son los que se refieren a los perros y los ratones...
Sí, se siente la atmósfera surrealista, y también una sensación de que se describen las cosas después de una tragedia.
Saludos!!!!
Cierto, Germán, son poemas escritos en el 2006, y buscaba darles un gusto surrealista, pero sobre todo lograr un sentido caótico y melancólico. Después, de Fragmentos fantasmas, quería huir de todo lo que sonara poesía de la experiencia, poesía beatnik, poesía trascendentalista, poesía realista y jugar con el lenguaje a placer, jugar por jugar, reírme amargamente.
ResponderEliminarUn abrazo fraterno
Estimadísimo Poeta Cristian Marcelo amigo:
ResponderEliminarUn gusto volver a leer tus magníficas poesías, siempre tan tuyas, y ésta que nos habla del entorno. Bella pincelada de la capi.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Muchas gracias, mi estimado poeta Ruffino, por tu visita un por dejar un comentario que me alienta a seguir por esta senda de las palabras.
ResponderEliminarUn abrazo fraterno
como siempre genial en la forma de manejar expresiones
ResponderEliminarcordiales saludos