martes, 4 de mayo de 2010

Un amor acaso...

Escribir para eso, para eternizar algo pasajero, un amor acaso... 
Ernesto Sábato
En medio de la eternidad,
el ártico da origen a una tempestad de ángeles.
Las fábricas crean larguísimos fantasmas
y alas de cuarzo recién cortado.
Allá el tiempo no es distancia ni altorrelieve,
escribo para eternizar algo pasajero,
para dar con él en la avenida lamentable,
para saber que vivimos en un pudridero de sombras,
donde la soledad acuática, levemente intacta,
se abre a un mundo de sueños y pesadillas en flor.
En esta habitación,  escribo el poema,
se oye el viento que araña las ventanas de la casa,
y susurra al oído
clavel arcaico y trizar encadenado.
Para algo se escribe,
para dar razón de la cabellera que ondea
en la madrugada de los pies desnudos,
para que la piel sea un cuerpo
abandonado a las olas de color violeta,
para que al fin las manecillas del reloj
hagan cantar al cisne enloquecido.
Escribo, aunque no es necesario,
cuando se cuenta la historia de algo pasajero,
y hay parques en estación de antojo,
y las calles subterráneas cultivan
besos sucios de oquedad
y fotos en blanco.
Cuando verano resucita
los ojos gemelos de la noche,
recuerdo un cielo disuelto en escarlata
y caballitos de mar.
En medio de la eternidad, los fantasmas golpean
sus cabezas como llamas o martillos,
escribo para eternizar algo pasajero,
para una mujer que ha sido todo
y  permanece en fragmentos.


Del poemario Saldar cuentas (1998-2000)

2 comentarios:

  1. Con toda sinceridad, puedo decir que me van gustando bastante varios poemas de estos que has venido compartiendo. Tienen esa "quietud", esa especie de observación del instante muy lograda. Creo que esto se debe a la limpieza y precisión.

    Saludos

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  2. Poeta Cristian amigo:

    Bueno, ayer desempolvé mi viejo megáfono, le monté baterías y me fui al solar de mi casa en Náralit a declamar a todo pulmón "Malversación del paraíso", texto inédito del camarada Aguilar y que me mandó digitalmente a fin de que lo compartiera y le diera mi parecer. Por supuesto: disfrute mucho los hallazgos poéticos de Melvyn. Será un libro destacado en nuestro panorama.

    Con los textos valiosos seguiré practicando este ritual vengativo contra mis vecinos conspirativos que hace un año secaron con químicos mi amado árbol de mango, aduciendo, como también le dije a Aguilar en un comentario, que "echaba muchas hojas" en sus odiosos y antiecológicos jardines de zacate y florcitas.

    Mañana "Un amor acaso..." deleitará a todos a 100 metros a la redonda.

    Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,

    Frank.

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