domingo, 8 de agosto de 2010

Jonatan Lépiz Vega: Batallar contra la noche (contra la desesperación)

Jonatan Lépiz Vega (1981) Costa Rica. Licenciado en sociología y Master en Literatura Latinoamericana por la Universidad de Costa Rica.

La poesía de Jonatan Lépiz Vega pertenece a una tradición que se debate entre el compromiso y la desesperación, entre el ser y el tener, entre el espejismo de la esperanza y el vacío. La tensión de los opuestos siempre en pugna oscila entre el mundo íntimo y el mundo exterior. ¿No sé por qué le tememos horror a los opuesto? El desencanto se instala como un personaje más de una poesía que busca entre los restos de los metarrelatos, para descubrir el gobierno de las palabras. Al principio, me fue difícil leer Batallar contra la noche, -cuestión de gusto-, quizá. Me recordaba la estética de libros como Donde habita el cangrejo de Eduardo Langagne, Quiero escribir, pero me sale espuma de Pedro Shimose o el extraordinario Diario del Cuartel de Carlos María Gutiérrez. Claro, siempre es preocupante citar fuentes cuando no se conoce la enciclopedia de un autor. De allí se saca, que es mejor quedarse con el libro y buscar lo que nos quiere decir o lo que no nos quiere decir.
El poemario Batallar contra la noche es formado por cuatro secciones: "Amanecer de perros", "Restos para dos", "Cartas de un amigo ebrio" y "Postdata". La sección "Amanecer de perros" desarrolla el arquetipo del poeta desde la óptica de un yo convulsivo que pasea por la ciudad y un alter ego que se enmascara con las figuras del empresario, el bohemio y el amigo. Se encuentra también el poema que da título al libro, una especie de manifiesto estético que recoge elementos diversos:
"Tenía necesidad de estar solo...
y de sentirse tan desligado de lo que lo rodeaba
como un forastero en una ciudad
en cuya estación se perdió".
Roberto Arlt
Los elementos perfectos para un gran poema a mi alcance,
la navidad secándose en la sala,
la fosforecencia de los peces,
los ensayos de Houellebecq,
el queque roído del cumpleaños,
el ajedrez de incas y españoles
suspendido en pleno holocausto.

1:47 de la mañana,
el retrato de la santa cena de Dalí frente a mis ojos,
mi conciencia choca por las paredes
como una partícula en pleno spin.
El viento brújula sin calles,
corazón: casa de madera abandonada.

No deja de ser interesante que el hablante lírico aún tiene la esperanza de poder crear un "gran poema" con elementos cotidianos y a la vez alienígenas. También, admirar como los dos últimos versos contrastan con el resto del poema, es allí donde la tensión entre la tradición y la ruptura estalla como una botella contra el vacío.  En la segunda sección "Restos para dos", el poeta se enfrenta a los opuestos mítico-históricos: el yo y el otro, el amor y el deseo. ¿Se ama lo que se desea? ¿Se desea lo que se ama? Los poemas de esta sección oscilan entre la intimidad y la exterioridad.  El poema Andres Calamaro junto al calendario piensa: "Hay tan pocas mujeres solas" es un interesante muestra de como el universo es una brújula:

Al este de San José una mujer vuela por primera vez
traspasa sus miedos   niños con olor a fracaso.
Al sur  otra se abre el pecho en llamas
deja escapar jaulas,
sueña con andamios
y manos que acaricien su cuerpo.

(En Heredia   vos amaestrás ornitorrincos
acaricias lomos de libros
que te recuerdan de pronto
y escuchás la lluvia alborotar la madrugada)

Al oeste   una mujer piensa en su gata
en las orquídeas muertas
la nubosidad que lleva meses en sus ojos.
Al norte   otra se revive sitiada por el frío
acurrucada en su llanto
deshecha en los regazos de un dios
que no llena por dentro

La tercera sección "Cartas a un amigo ebrio" recoge la obra traducidad del poeta de la Generación Beat: Alexander Mickiewicz. Indiscutiblemente, el poeta beat es una teatralización del ego del hablante lírico, una fórmula puesta en escena por Fernando Pessoa, y a la vez, condimentado con una mitificación de los poetas norteamericanos del siglo XX. El poeta beat se eleva en la homosexualidad, la drogadición y el alcoholismo, para descubrir la razón de la opresión. Libertad y tiranía son opuestos sociológicos, sino opuestos psicológicos. El ix poema de esta sección dice:
Maldita ciudad que me envenena
            me abandona en pleno ataque de mis dudas
me transforma en esto que detesto
me humilla en cada caño
en cada elemento de asco que se filtra por mi boca
Maldito paisaje que me borra
me disminuye hasta el átomo sin sentido
hasta la molécula que por inercia no produce reacciones químicas

Luego del tiempo
de la migración absoluta de los árboles al precipicio de la nada
                       quiero perderme porque quiero
no porque ya no haya campo para mí en las pocilgas de concreto
en las ecuaciones invariables de la economía sin corazón

Maldito aposento este que me interroga
Maldita urbe que no siente
que desespera en la locura
en su continua borrachera de deshechos
de aguas putrefactas
de condena a las raíces y a la tierra

La última sección se titula "Postdata" es formada por un solo poema que le da el mismo nombre a la sección.  El libro Batallar contra la noche se distingue por la claridad, la economía del lenguaje, por la originalidad de las metáforas. No es de extrañar que haya pasado desapercido en los medios periodísticos costarricenses, donde los periodista usan su posición para hacerse autobombo, para publicitar sus carreras literarias, mientras talentos como los de Jonatan Lépiz y otros tienen que arañar la realidad, para extraer verdaderas jobras.Desde la generación de la poesía social, no he visto otra generación con una riqueza cuantitativa y cualitativa, como la que en la primera década del siglo XXI, viene andando con paso firme en la Costa Rica actual.


domingo, 1 de agosto de 2010

Panorama crítico de la poesía joven de Costa Rica (2001-2010) Introducción

La poesía joven de Costa Rica ha cambiado, lo que ayer dominaba el medio, ahora es despreciado e invisibilizado. Lo que hoy es alabado por una multitud de poetas jóvenes, mañana será olvidado por otra muchedumbre de poetas jóvenes. El crítico que se enfrenta al Samsara, comprende que la atomización y la diversidad son meras máscaras de un simulacro, de un carnaval, cuyos participantes no son capaces de comprender la dinámica del ser costarricense. La rabia, el orgullo y el desprecio obnubilan las mentes más perspicaces. Hacer crítica en Costa Rica se torna una empresa titánica, pues todo comentario desborda de una subjetividad hiriente y carnicera. Al final no se abordan los problemas reales de la poesía costarricense. La crítica no sale de la academia, no genera reflexión ni pensamiento. Solo se abre el vacío, una ceguera que flota en los márgenes del ambiente literario de Costa Rica.
La poesía joven de Costa Rica transcurre entre el trascendentalismo y el exteriorismo, el compromiso político y el solipsismo, entre la analogía y la alegoría, entre la tradición hispanoamericana y la tradición anglosajona, entre lo masculino y lo femenino, entre lo heterosexual y lo homosexual, entre el campo y la ciudad, entre cilivilización y barbarie, entre el sentimentalismo y el antisentimentalismo, entre lo concreto y lo abstracto. Las oposiciones pueden seguir hasta el infinito, pues el centro es un agujero negro. De allí, surgen las dificultades para sistematizar de una forma congruente la poesía joven costarricense.
En el 2001, el artículo "El rumbo de la poesía joven de Costa Rica" fue el primer intento de clasificar las tendencias dominantes dentro del panorama poético costarricense. Entre las tendencias se encontraban el trascendentalismo, la poesía urbana, el culturalismo, la antipoesía, el neobarroco, la poesía zen o minimalista. El mundo ha cambiado y nuevos poetas jóvenes, y los que ya no son tan jóvenes ha cambiado, evolucionado. Las verdades de ayer no son las verdades de hoy. ¿Qué leen los nuevos poetas jóvenes, cómo escriben, qué piensa o que reflexión hacen sobre su trabajo poético? ¿Qué mitos persisten sobre la labor del poeta? ¿Quién lee poesía en Costa Rica, hoy, 1 de agosto de 2010? ¿Por qué la crítica solo es el ejercicio de una doxa enferma y patética?

miércoles, 28 de julio de 2010

Sonata amorosa

Nunca sale del bar, donde nos conocimos. El bar es viejo, pero la cerveza aún guarda el amargo de su lengua. Nunca se despide, tal vez sueña con astrolabios y brújulas. La luz es mala como una vieja pesadilla. Nunca es joven y las gárgolas del bar saben acariciarla con infinita delicadeza. Después de todo, las sirenas son como las olas, y un mar infinito de cuernos gira a su alrededor. A medianoche, no recuerda de quien es el cuerno del que bebe con fruición. Solo siente el placer de las palomas que revolotean en su espalda. Nunca sale del bar, donde nos conocimos. El bar es viejo, y la brisa, agridulce; su aroma gruñe entre alcohólicos y piedreros. Yo la miro como siempre, de por sí jugamos el juego de la vida, con sobradas razones…

de Corriente subterránea (2004-2010)

domingo, 18 de julio de 2010

Tiempo en destiempo: III

III

Juro que esta mujer me ha partido los sesos,
Porque ella sale y entra como una bala loca…
Gonzalo Rojas

Esta muchacha no es la bala loca de Gonzalo,
No es la bala que entra y sale,
No es la bala que estalla
Y muerde
Y rompe el fruto,
la carne,
el hueso,
la estrella.
Al mirarla,
Es un espejo frío,
Una piel guardando el incendio.

Esta muchacha me deja nadar en sus aguas,
Hundirme en su humedad,
Y yo me dejo ir
Como un espeleólogo,
Como un buzo
Que desciende al vacío.

de Crónica del esplendor (2009-2010)

domingo, 11 de julio de 2010

Reflexiones en torno al VII Encuentro Internacional de Escritores 2010 en Costa Rica

A petición de mi querida amiga Elliette Ramírez Alvarado, reproduzco las reflexiones de Adriano Corrales sobre el VII Encuentro Internacional de Escritores 2010 en Costa Rica.

La ignorancia, la envidia y la cobardía se cebaron en nuestro proyecto antes de que iniciara. Desde la comodidad y el anonimato de uno de los tantos blogs que pululan, cuya característica principal pareciera ser el desahogo existencial de cientos de diletantes, se inició una campaña de desprestigio que, por la ausencia de argumentos y la precariedad del insulto, no prosperó. Por cierto, el dueño del blog participó tranquilamente en el Encuentro como poeta invitado y hasta se disculpó inculpando a los “otros”, y los detractores, los que firmaron sus diatribas, no asistieron a ninguna de las lecturas y foros programados. Al menos no los vimos. Como siempre, no dieron la cara.
Afortunadamente son pocas las voces que se han levantado contra un proyecto como el que nos ocupa. Son más las que nos felicitan, nos alientan, se involucran y cooperan. De allí el éxito de un Encuentro que en el 2010 dedicáramos al insigne poeta, pensador, educador y activista político Isaac Felipe Azofeifa en los 101 años de su nacimiento. Un éxito que no se mide por las portadas de los periódicos ni los reportajes televisivos o radiofónicos de la prensa comercial y transnacional. No. Se mide por los abrazos, por el diálogo, por el encuentro entre creadores y público, por el reconocimiento entre poetas provenientes de diversas latitudes y los poetas nacionales. En fin, se mide por algo que es intangible pero nos convoca: la poesía.
Y es que siempre lo hemos tenido claro: la poesía es marginal. Mejor dicho, está al margen. Y allí es donde debe estar, porque es desde el margen de donde provienen los cambios, las rupturas, las inflexiones. Casi nunca desde el centro. Del centro llegan las modas, las “escuelas”, los movimientos coloniales y los negocios transnacionales. Pero incluso allí, en las metrópolis, la poesía continúa arrinconada por un sistema que lo devora todo, deshumanizando las comunidades y destruyendo el medio ambiente.
De tal manera que disparar desde la oscuridad, o pavonearse en el Encuentro en busca de fama y de posicionamiento, es inútil. Quienes lo han intentado han salido trasquilados y han sido olvidados inmediatamente. En cambio quienes vienen con la humildad que proporciona la creación literaria consciente y liberada, logran comunicarse con un público ávido de buenas nuevas, y con compañeros de viaje que se reconocen inmediatamente, no sólo por su voz, sino por sus gestos, por su conducta solidaria.
Este séptima edición ha sido un éxito porque 15 escritores internacionales y 15 nacionales leyeron en más de 22 locaciones localizadas en San José (Casa Cultural Amón del ITCR, Universidad de Costa Rica, Universidad Continental de las Artes, Biblioteca Pública de Desamparados, Biblioteca Pública de San Gabriel de Aserrí, Instituto Costarricense de la Sexualidad –ICOSEX-, Liceo de san Antonio de Desamparados, Café Latino, Librería Lehmann, Galería Andrómeda); Alajuela (Museo Juan Santamaría, Colegio de Licenciados y Profesores, Biblioteca Pública, Parque Central); Cartago (Escuela de Ciencias del Lenguaje, Casa de la Ciudad); Heredia (Universidad Nacional); Ciudad Quesada (Sede San Carlos del ITCR, Café Arte, Casa de la Cultura, Parque Central); San Ramón (Biblioteca Pública, colegios y escuelas); Turrialba (restaurante La Feria, Colegio Clodomiro Picado, Hogares Crea) y en Puntarenas (Sede del Pacífico de la Universidad de Costa Rica).
En todas las locaciones estudiantes, profesores, trabajadores, campesinos, amas de casa, etc., pudieron escuchar el quehacer de todos los poetas invitados y dialogar con ellos sobre la actualidad de la literatura en sus países de origen. Sin aspavientos y sin grandes consignas, logramos movilizar la poesía invitada por gran parte del territorio nacional. Lo evaluable para nosotros es la cantidad de llamadas, mensajes y notas de agradecimiento que hemos recibido. Y la alegría de los poetas viajeros expresada en sus rostros a pesar del cansancio de la jornada. Alegría emocionada que nos dice de la buena ventura del viaje en los abrazos y lágrimas a la hora de la despedida.
Pero no todo fue un lecho de rosas. Hubo dificultades de todo tipo. Desde las financieras, que son permanentes, hasta las organizativas. A pesar de que el Instituto Tecnológico de Costa Rica, asiento de la actividad en la Casa Cultural Amón y en la Unidad de Cultura y Deporte del Centro Académico de San José, así como la Escuela de Cultura y Deporte, llevan el grueso de su financiamiento y aporte de recurso humano e infraestructura, pareciera que la vida y la historia estuvieran superando a la universidad pública. No es para menos. En una universidad dedicada a la ciencia y la tecnología, las humanidades y las artes son a veces las convidadas de piedra, o, cuando les va bien, los numeritos para adornar actividades “académicas” o para entretenimiento del personal.
Lo anterior lo decimos por la ausencia de nuestras autoridades, exceptuando la dirección del Centro Académico y por la casi nula participación de colegas y estudiantes, a no ser los de nuestros cursos de Actividad Cultural y los de la Escuela de Ciencias del Lenguaje. Pero en general se nota la desidia institucional respecto de un evento internacional que le confiere nombre pero que aún no considera como suyo. Eso nos coloca en situación de desventaja frente a otros eventos de la misma institución y a nivel nacional. Por suerte existen otras instituciones, colectivos y personas que nos permitieron llegar a buen término. Es claro: estamos lejos aún de que el TEC se compenetre y se comprometa con nuestro proyecto. Muy lejos. Lamentablemente esto nos inclina a repensar el mismo y a permitirnos una pausa para reconsiderar la posibilidad de su continuación. Porque el esfuerzo que el equipo organizador hace es sobrehumano y agotador. Sin la ayuda de las comunidades mencionadas y de los escritores, gestores culturales, gobiernos locales bibliotecólogas, colegios, escuelas y otros colaboradores sería imposible realizarlo. A todos ellos, y no podemos mencionar nombres porque la lista es larga y tememos dejar a alguien por fuera, les expresamos el agradecimiento profundo y fraterno. En todo caso, en lo que a nosotros respecta, el paréntesis queda abierto.

Adriano Corrales
Coordinador general.

viernes, 9 de julio de 2010

XVIII

Escribo en las paredes de la nada
un grafiti feroz como un cuchillo,
y en la sucia soledad del amarillo
me rasuro de sombra y madrugada.

En la blanca pared, en dentellada,
escribo con la furia de un martillo,
que busca por el cielo, bajo un trillo
de luna y de cintura desterrada.

Escribo a todas horas en la arena,
buscando una caricia entre la bruma,
y esperando el regreso de tu ala

sobre el viento furioso de mi pena,
que dibuja en el vuelo de una pluma
el incendio de sangre de una bala.

de Cuaderno de Galanterías (2006-2010)

martes, 6 de julio de 2010

V


Yo no quiero más noches solitarias,
ni fantasmas a la hora de la cena,
quiero besar tu piel de luna llena
en el amplio salón de pasionarias.

No importa, si las rosas funerarias
hacen nido en tu pecho de azucena,
si tu labio carmín es la colmena,
donde pruebo las mieles necesarias.

Solo quiero, mujer, que sobre el lecho
el amor se abra en dos como una rosa,
y fluya entre las sombras desatadas.

Solo quiero besarte bajo el techo
 de una noche dulce y silenciosa,
con estrellas de nieve madrugadas.

de Cuaderno de galanterías (2006-2010)

Prólogos, contraportadas y reseñas de mis libros

  Prólogo de Todo es lo mismo y no es lo mismo               La poesía de Cristián Marcelo es doblemente vital. Es vital porque respond...