Nunca sale del bar, donde nos conocimos. El bar es viejo, pero la cerveza aún guarda el amargo de su lengua. Nunca se despide, tal vez sueña con astrolabios y brújulas. La luz es mala como una vieja pesadilla. Nunca es joven y las gárgolas del bar saben acariciarla con infinita delicadeza. Después de todo, las sirenas son como las olas, y un mar infinito de cuernos gira a su alrededor. A medianoche, no recuerda de quien es el cuerno del que bebe con fruición. Solo siente el placer de las palomas que revolotean en su espalda. Nunca sale del bar, donde nos conocimos. El bar es viejo, y la brisa, agridulce; su aroma gruñe entre alcohólicos y piedreros. Yo la miro como siempre, de por sí jugamos el juego de la vida, con sobradas razones…
de Corriente subterránea (2004-2010)
Estimado Poeta amigo:
ResponderEliminarMe gustó tu Sonata amorosa,un texto corrido a capricho pero más poético que muchos sonetos.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
...lo olvidaba amigo: lástima que no pusiste pie de foto. Infiero que sos el más joven, de anteojos...
ResponderEliminarGracias, por siempre visitar este pequeño reducto poético. La sonata pertenece a un Corriente subterránea, un libro que he ido trabajando durante 6 años, con el fin de que en algún momento vea la luz de la publicación.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo fraterno
de tu amigo