Perdóname por olvidar el encanto de tu lengua,
perdóname las malas palabras,
perdona no cuidar en ti aquello que nace en mí,
perdona las horas muertas,
los segundos entregados al hastío...
No tengo excusas,
no sabía cómo decirte
que esta mañana amaneciste hermosa...
Perdóname el olvido,
las palabras no dichas,
la amargura que me embriaga
como un veneno sucio,
no haberte besado a cada hora,
no haberte convencido que eras mi destino...
Perdona no haberte dado todo,
es que estaba absorto en tu mirada
y tu mirada no me decía que me amaba...
domingo, 10 de abril de 2011
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