Perdóname por olvidar el encanto de tu lengua,
perdóname las malas palabras,
perdona no cuidar en ti aquello que nace en mí,
perdona las horas muertas,
los segundos entregados al hastío...
No tengo excusas,
no sabía cómo decirte
que esta mañana amaneciste hermosa...
Perdóname el olvido,
las palabras no dichas,
la amargura que me embriaga
como un veneno sucio,
no haberte besado a cada hora,
no haberte convencido que eras mi destino...
Perdona no haberte dado todo,
es que estaba absorto en tu mirada
y tu mirada no me decía que me amaba...
domingo, 10 de abril de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Prólogos, contraportadas y reseñas de mis libros
Prólogo de Todo es lo mismo y no es lo mismo La poesía de Cristián Marcelo es doblemente vital. Es vital porque respond...

-
Hoy, 7 de marzo de 2009, me llegó al correo "El bostezo sin sueño: Erick Gil Salas" de Gustavo Adolfo Chaves. ¿Cuál sería mi ...
-
"La literatura costarricense nace bajo el signo del realismo porque la condición de insularidad no permitía gran capacidad para la ima...
-
La poesía costarricense sin duda ha dado grandes poetas. Jorge Charpentier es uno de ellos. Su poesía me impresionó desde muy joven, sobre t...
No hay comentarios:
Publicar un comentario