No tengo otra esperanza
que un verso áspero y suicida.
Daga fui,
abrí las venas de la eternidad
para beber del vacío,
escuché a los poetas callejeros
gemir en sus colchones rotos,
cantar desde Pink Floyd a Nirvana.
Daga fui, el corazón del cielo
lo ofrecí a los cerdos,
a los trascendentes bardos del fango,
sus odas al pepino
me hicieron arrojarme del espejo.
Fui daga,
jóvenes sátiros que anheláis
la piel de la muchacha inmaculada.
Cantad conmigo
en esta tierra de gallinas
y bueyes,
de bueyes
y gallinas.
de Corriente subterránea (2004-2010)
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Me gustó mucho, creo que el estribillo de "Daga fui" le da un dramatismo muy interessante.
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Juan Carlos, poemas viejos con miradas nuevas, que más se puede desear.
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