Vuelve a tu ciudad, cuando las vacas marchen en sus calles, y el sol de enero queme las nubecillas y las muchachas muestren a la tristeza sus pezoncitos no masticados. Llueven cipreses en tu ciudad, conejos blancos saltan de las ollas, y tú mamá pregunta cómo seguís, y sos un río de ciénagas como los ríos de tu ciudad. Saboreás el vómito de otras épocas, los gusanos de otras estaciones, sos demasiado refinado cómo para no conversar con estas cucarachas, cómo para no decir que esta es la gruta prometida. Demasiado triste estás aquí, cómo para espantar a los batracios, demasiado para pervertir a la golondrina que se ha posado en tu ojo, el único que queda en el cofre de Bela Lugosi...
de Corriente subterránea (2004-2010)
Hola Cristian
ResponderEliminarUn placer encontrarte y leerte.
Entré al Blog de Frank Rufino y vi tu comentario. Aproveché para pasar un buen rato por aquí.
Cuando tengas tiempo te invito a pasar por mi blog. Espero que te guste.
Afectuosos saludos, amigo
Raquel