miércoles, 12 de enero de 2011

Credo Uno, Credo Dos

Basta de palabras cluecas,
de pisarlas,
de molerlas,
de aprisionarlas en cristal o plástico.
Llegó la hora de liberar el trueno,
de liberarlo en sonido estéreo.

II

Cuánto cante el ruiseñor,
cuánto cante el tijo,
cuánto cante el yo,
sea para ti el llanto.

de Corriente subterránea (2004-2010)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Prólogos, contraportadas y reseñas de mis libros

  Prólogo de Todo es lo mismo y no es lo mismo               La poesía de Cristián Marcelo es doblemente vital. Es vital porque respond...