Ahora, no habrá quien me diga:
Esto es el verano. Esto es el desnudo prometido.
En la habitación que dejé atrás,
cantará el canario,
la azotea,
la marisma,
el espejo, en cuyas aguas
bebí hasta la desesperación
de los labios de la belleza.
Al cabo de una estación,
trinará el deseo
sin siquiera posar frente a la cámara.
Detrás de las cortinas,
los besos tuvieron un gusto
a sal,
a herrumbre,
a océano prehistórico.
No habrá nadie que me diga:
Vete… Nunca vuelvas.
El reflejo no existe,
ni siquiera el espejo recoge los pedazos.
de Corriente subterránea (2004-2010)
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Estimadísimo Poeta Cristian Marcelo Sánchez:
ResponderEliminarMagnífico tu poema, impregnado de una nostalgia que solo puede emerger de los vericuetos del alma de un gran rapsoda como tú.
Disculpa: he tenido unos problemas con internet y debo venir rapidito a un cibercafé de locos. Apenas lo arregle estaré más por tu excelente espacio.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Estimado Frank: Algo debe tener la tecnología contra los poetas, pues he pasado una con mi computadora de locos, gracias por tu fraterna amistad, en estos días llenos de luz, espero que pronto puedas conectarte.
ResponderEliminarUn abrazo fraterno
Un poema muy bien construido y de una nostalgia sublime. Te lo aplaudo.
ResponderEliminarUn abrazo desde esta orilla del Mediterraneo.