bajo un cielo de sombra en madrugada,
te besé dulcemente y desvelada
el tierno corazón de la azucena.
Bajo un cielo rojizo que condena
el deseo de mi noche encadenada,
te besé hondamente la hondonada
que ardió desnuda en luna llena.
Te besé hasta el fondo de la espuma,
como estalla el mar sobre la playa,
sobre rocas de estrellas en la bruma.
Te besé con el aire de la brisa,
desde un cielo con forma de atalaya,
te besé lentamente ya sin prisa.
de Cuaderno de galanterías (2006-2010)
Poeta amigo Cristian Marcelo:
ResponderEliminarQué siga esta buena fiesta de preciosos sonetos que nos vienes dando desde hace unas semanas! Tengo un conocido poeta bloguero que mira al mundo con ojos de soneto, como digo en un antipoema mío. "Puedes tomar asiento", blog del bardo argentino Gustavo Pertierra.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.