lunes, 27 de septiembre de 2010

Gravedad

Tal vez nos llueva.
Quizás nos llueva.
Salimos al bar,
al cine,
al parque.
Salimos de dos en dos.
Si llueve se pondrá feliz el tijo,
la calandria,
el ruiseñor.
Quizás la lluvia no sea una brújula sin norte.
Tal vez no sea húmeda, señora.
Se agrava el tráfico,
las buenas tardes,
la patrulla que acaba de pasar.
Salimos de una ciudad sitiada.
Juntos,
dispersos,
a través,
salimos.

Si no llueve, se secará el verano hasta los huesos,
el mismo que te aguarda, bufanda y gabardina gris.

Se agrava la violencia,
el maullido,
las veraneras.
Tal vez no llueva.
Quizás no llueva.
Así de fijo el clima en la pintura,
de ausente la cerveza,
de contrario el luto.
Salimos sin despedirnos,
sin pedir permiso,
conocemos las juntas y las yuntas,
los semáforos.
Se sabe que se agrava el día,
que la enfermedad es grave
y la cura:
un mundo muerto.

4 comentarios:

  1. Buena poesía en un entorno urbano a un ritmo acorde a la faramalla citadina.

    Saludos desde Chile

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  2. Me fue muy grato leerle, Saludos.


    Miguel Rebekha

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  3. Estimada Mónica: gracias por pasar, toda mi poesía está enmarcada entre dos oscuridades: la de la poesía urbana y la del surrealismo histórico.
    Un abrazo fraterno

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  4. Estimado Miguel: Gracias por leerme, y compartir tus pensamientos.
    Un abrazo fraterno

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