viernes, 17 de septiembre de 2010

Desamparados

Al sur, siempre al sur: las calles, los perros, la mierda pura, la pobreza pura, la ciudad que no acaba de acabarse. Al sur, siempre al sur: la iglesia romana, la estupidez de los zopilotes es más bella que las muchachas mostrando sus pezones al cielo. Los gatos saltando por los techos como gladiadores, la lluvia tan interminable como una lágrima, contenida en un frasco de pegamento. Al sur, quiero ir, quisiera ir a jugar, a juerguear con la razón. Al sur, siempre al sur, donde el sapo lame el filo de un cuchillo y las muchachas ríen tras las sombras apagadas.

de Corriente subterránea (2006-2010)

2 comentarios:

  1. Menú de hoy:

    http://directorioblogscr.blogspot.com/2010/09/recomendaciones-de-blogs-12.html

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Nadie lee del otro lado de la lluvia. Allí donde la carne se clava en la carne, cayendo velozmente hacia la muerte. El pie desnudo es más profundo que su paso. Y aún más confuso que su estela. Las estrellas bajo el agua, brillan solo cuando quieren. Han dejado atrás el peso de los cielos.

    Un poema que evoca con tal fuerza que es imposible precisar cuando tu hablas, por señas y cuando te responde nuestra alma ciega. Saludos afectuosos amigo.

    ResponderEliminar

Prólogos, contraportadas y reseñas de mis libros

  Prólogo de Todo es lo mismo y no es lo mismo               La poesía de Cristián Marcelo es doblemente vital. Es vital porque respond...