viernes, 20 de agosto de 2010

Tres nuevos poetas olvidados: Jorge Zúñiga, Ricardo Segura, Orlando Gei Brealey

La memoria es algo extraña, en la biblioteca descansan tantos libros leídos alguna vez entre tazas de café y cigarrillos. De pronto, el olvido tan hondo y lejano como esas palabras que apenas recordamos. Un día alguien te pregunta por un autor y su obra, entonces, revisas, indagas en la biblioteca, llena de polvo y pelusas. Descubres o descubrís que ahí estaban, esperando, aguardando silenciosos, que les des vida. Sabes o sabés que esa es la suerte de muchos de tus coterráneos y contemporáneos, dormir el sueño del silencio. Sea pues este humilde homenaje a tres poetas costarricenses:

Jorge Zúñiga (1965) Pérez Zeledón, Costa Rica. Fundador de varios talleres de poesía y director de dos revistas: Trípticos y Rostros. Ganador en tres oportunidades del Certamen Literario Brunca en poesía. Coautor de la antología: Poetas generaleños. Público en Cantos cotidianos en tiempos difíciles (1994):

MUJER

Has visto
cómo crecen
los cuerpos
amamantados
por el vuelo
de la sombra.
Cómo van surgiendo
coros en las voces
de los niños.
Cómo se nos escapa
esta ansiedad
de amarnos en
los rincones.
Y me preguntas
a media voz:
qué será de los
pasos que esperan
fríos en los estantes.
Y hago callar
como esta oración
que conozco
cuando juntamos los labios.

RAÍCES

Me dejo llevar por este aroma
de esta tierra cubierta
de hombres y de niños,
sumo a cada uno de ellos
una porción de patria
y los encuentros ajenos,
resto una identidad lejana
y descubro a
este hermano de sangre nueva
que me invita a entrar en su casa.
A este hombre lo conozco
por su voz pausada
por sus manos que se
levantaron cuando
los políticos de turno
nos quisieron vender.
Por sus ojos que lloraron
cuando ya no hubo remedio.

Ricardo Segura Amador (1965) Puntarenas, Costa Rica. Primer Lugar en el Certamen Arturo Argüello Chaves (1988) Tercer lugar en el Certamen Carmen Lyra de los Festejos Populares (1989), Premio Joven Creación (1989) Primer lugar Certamen Isaac Felipe Azofeifa de los Festejos Populares (1990) Primer lugar Certamen Pablo Neruda Vive (1991) Se ha publicado el libro Ecos (1993)

EMBOSCADA

Me llegan ecos, lejanos de voluntad,
ausentes de poderío atravesante
más ateridos de susurro, de sublime incitación impune.
Muy lejanos, como de infinitos túneles oscuros,
como de bosques malignos o divinos -¡es lo mismo?-,
como de augurios soplados por una brisa general del Universo.
Como pequeños cosmos, como átomos vivos, como mundos,
como si fuesen ciertos, como ausentes de verdad,
como luchas de unas voces enclaustradas en las gargantas siderales de los dioses.
Me llegan ecos en esta cueva diaria
que es demasiado concreta y se llama día,
en esta monotonía exasperante, puntual y prolija.
Ecos que me hacen digno,
que me salvan como oraciones expandidas por amigos inconclusos,
por seres verdaderos construyéndose, haciéndose en
largos caminos musicales, en el reino de las compactas formas,
de los precisos contornos y sonidos,
de la luz perdurante. De la sombra tibia y dulce
de ese fondo abismal de lo inmanente, de lo
apenas percibido,
de lo siempre sospechado y que es mágico en las noches
cuando la luna grita, empele, acrecenta los sentidos,
los malditos sentidos que nos brinda los diversos datos de estos mundo perdidos,
y cuando las estrellas ostensivas derrochan su mirada para
humillarnos con esa lluvia fría.

II

Me llegan ecos en esta cueva diaria,
en esta monotonía diaria y exasperante.
Ecos que nos susurra, bajo un fondo de música aterradora,
cosas sin terror:
que lejanos, muy lejanos
se absorven en los puntos del infinito Universo.
Que sin rumbo del estío o del invierno
permanecemos partículas sin fin, sin conciencia que nos sea propicia y abundante.
¿Para qué las palabras como palomas,
para qué rumbos si no hay caminos?
Un cielo, una orilla en la nada,
una cosa, cualquier cosa: todo es enigmático o sencillo: inhumano.
Que vestidos de arenas calcinadas
precipitándonos a torrentes de no vida al acercarse la muerte nos hundiremos.
¿Qué es un hundimiento sino pasión?
¿Qué es pasión sino Amor y Odio?
Emboscadas de los dioses ofrecidas las tenemos
en las inmediatas reverberaciones de cada día.
Y no obstante, entrevemos.
Mi ayer son unas auras que se adentran en bosques oscuros
y mi hoy es una escarcha gélida que declinará en un momento.
"Polvo enamorado, sí,
pero con sentido."
Mi futuro aunque no exista es un imposible poema repetido por todas las galaxias,
una música crispante tan inútil como esta inútil vida.
¿Mas no es la vida en vosotros a veces un placer?
Emboscada.

Vulnerables como el inmenso mar sobreacechante
nos tenderemos en el azul prado de los enigmas:
¿tendremos la suficiente paciencia, el claro instinto
o la insegura inteligencia?
¿La angustia perfecta?

Orlando Gei Brealey (1966) San José, Costa Rica. Obtuvo el Primer Lugar en el Certamen Universitario de Escuela de Estudios Generales de la UCR (1983) Participó en el Taller de Poesía del Liceo Franco Costarricense y el Grupo Literario "Carlos Luis Fallas". Fue miembro del Consejo Editor de la revista Revenar de la Asociación de Autores. Ganó el Certamen Nacional de la Juventud (1984) con su libro La furia del Musgo (1995):
Para Laura

Necesito que se apresten a morir las mariposas.
Que venga todas,
anónimas
a estrellarse en mi vello con cristales.
Necesito que me den sus senos,
que me digan:
¡Bebe, insecto-poeta!
porque tu lengua termina en punta
y esta escrito
que seré héroe en tu batalla.
Necesito un lecho quebradizo
que me corte o que se rompa,
acostarme con ardillas
que me aruñen, que me orinen,
que me digan no importa,
porque llevo desmesurado el vientre verde
y en el fondo
de oro,
dos caracolas dormidas.

*************************************************

Soy el último camino que marca tu retorno.

Porque el agua se ha estancado sin orilla
y el cielo no tiene una voz para rogarte.

Soy el último camino que sueñas que regresas,
y digo que te quiero,
por la infinita certeza
de aguardarte.

5 comentarios:

  1. Gracias Cristian por una labor tan digna, por devolver al mundo la memoria de sus "olas insepultas", mares siempre presentes en nuestras tres cuartes partes de líquida sombra. (Vaivén que nos perfecciona).

    Un abrazo.

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  2. Muchas Gracias, Eli. Fue el poeta Melvyn Aguilar, quien me solicito, una pequeña biografía y muestra de estos tres poetas. Hace casi diez años escribí un artículo sobre los poetas que en aquel entonces estaban publicando sus primeros libros. Ahora, con un poco de madurez puedo leerlos y disfrutarlos de una forma diferente.

    Un abrazo fraterno - como dice Frank Ruffino - en amistad y poesía verdaderas.

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  3. Vine de visitar y me he encontrado con datos interesantes, aunque considere una crítica subjetiva esta publicación. Leeré la poesía costarricense que para mí es todo un honor. Saludos y gracias.

    PD. sigo leyendo al escritor Segura Amador... tres veces tengo releyendo su poesía.

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  4. Estimada Diana: Gracias por visitar este albergue de la poesía costarricense. Tienes razón, la poesía de Ricardo Segura es compleja, por no decir, abstracta.
    Un abrazo fraterno

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  5. Bie, Cristian Marcelo, por tu trabajo de rescate, conozco a Ricardo Segura, no lo volví a ver, tengo su libro ganador del joven creación, Ecos.
    De los otros dos , algo había leído pero no los recordaba, tienen buena poesía, abrazos

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