Angélica Murillo (1976) nace en San José, Costa Rica. Es Comunicadora Social con énfasis en Periodismo de la Universidad de Costa Rica. Dirigió el Taller Literario Elipsis de la Universidad de Costa Rica (2006-2007) y fue cofundadora del grupo Poiesis (2002) Ha recibido una Mención de Honor en el III Concurso Internacional "La revelación" (España, 2009) y el Premio al Mejor Videopoema en el VIII Concurso Internacional de Poesía Breve "La Vanguardia" (España, 2009) Publica su primer poemario variaciones en torno a la trayectoria de una hormiga (2010)
La poesía es historia o inventa la historia. La historia es narración y exposición de hechos pasados y dignos de memoria, sean públicos o privados, señala el DRAE. La historia como material poético es inconmensurable. La poesía de Angélica Murillo se inscribe en el culturalismo, quizás una de las principales tendencias de ruptura en la poesía costarricense. Los poetas jóvenes rompen con las tradiciones dominantes: la poesía comprometida, el trascendentalismo y el existencialismo. Establecen un diálogo con poetas como Elliot, Pound, Cavafis, Yeats, Sade, Lautremont, Eluard, Char, Pessoa, Ginsberg, Basho, Reverdi, Gimferrer, Ungareti, Montale, Libai. Gracias a su formación universitaria, se revela cierto gusto por el exhibicionismo cultural, por lo decadente, exquisito o estilizado. Sus textos se enmarcan en ambientes refinados, escenarios grecolatinos, japoneses, chinos, sumerios o babilónicos. La reflexión metapoética insiste en considerar el arte como un fenómeno autónomo. Por tanto, no cabe de extrañar de que la poesía vuelva a ser un arte minoritario, solo para entendidos, y de que se le niegue cualquier influjo social. Aún así, la poesía de Angélica Murillo quiere comunicarnos una experiencia de lectura, un viaje por el tiempo, la historia y el sueño.
El libro variaciones en torno a la trayectoria de una hormiga se divide en seis partes, antecedida cada una con un número romano, cada sección es asimétrica, compuesta de dos o más textos. El poema que abre el libro se titula "Suiko-Tenno y Lu Yu frente al Templo Budista de Nara a la hora del Té" con un epígrafe, que indica "Japón, 606 d.C." La utilización de personajes históricos o inventados para desarrollar el pensamiento poético es una de las técnicas comunes a los poetas culturalistas, de esta manera el poema dice:
Dispongo del abrazo para recibirte.
Preparemos
Lu Yu
el agua blanda
para el dragón negro
y el te rojo.
Lejos, el viento esparce por la tierra
lo grande y lo pequeño
la forma y el agua.
El agua que ofrece de su aliento:
La flauta de bambú.
La tinta de Gautama.
Nuestra pequeña tetera
color de arcilla.
El tiempo es propicio
y su vientre
3/4 partes del otoño.
Bebamos
Lu Yu
el dragón negro
y el te rojo.
El silencio es eterno.
Y el instante habla
por nosotros.
El título del poema coloca al lector frente a un ambiente refinado, el templo budista de Nara, posiblemente terminado en el 745 d.C, con dos personajes emblemáticos: Lu Yu (733-804) un respetado Sabio del té chino, conocido por su obra El clásico del té; y Suiko-Tenno (554-628), emperatriz del Japón, la primera mujer en ascender al Trono del crisantemo. De esta manera, el poema se transforma en sistema de tiempos y espacios concentrados, un escena donde el fluye el instante sobre la eternidad. El tiempo cronológico y el tiempo cósmico se funden con los múltiples espacios en el espacio del poema. En la segunda sección, el texto "A la orilla del camino" concentra la anécdota:
Una mujer miro la hierba
y escucho la voz del guijarro
justo antes de ser
una con el agua.
También, la búsqueda de la síntesis, muy propia de la poesía japonesa, y en particular del haiku, en la que el último verso revela el asombro, sin este el poema falla. En "A la orilla del camino", la hablante se transmuta en esa mujer que ahora es agua, que fluyen incesantemente sobre la rueda de las alucinaciones. En la tercera sección, el poema "Al atardecer en City Wild", con el epígrafe "Caían, uno a uno los caballos"/ Arizona, 1872 d.C. introduce el universo del Spaghetti Western:
1
En la vieja cantina
Forajidos
Jack
el travieso impúber, el pequeño
le habló con la palma
recién curtida
a la hija de Billy
la triste domadora, la celeste:
--Ayer cumplí doce años... déjame ser tu vaca.
Y la hija de Billy, la triste domadora
la celeste
dejó su whisky
casi al borde
y le dio un balazo en pleno pecho.
2
(Calamity Jane)
Allá
donde la luna es un gorrión
y el arbol amarillo
busca en vano
el centro de la tierra,
no hay nada más profundo
que el desierto.
Nada
excepto el pan
tu sangre
y los ojos
de mi caballo.
El poema como el Spaghetti Western se caracteriza por una estetica sucia a la vez que estilizada y por unos personajes carentes de moral, rudos y duros, con altas dosis de violencia sin sentido. La muerte del impúber Jack no tiene explicación, solo el vacío, el desierto, la vida o la muerte. De esta manera, el poema toma de modelo el género cinematográfico para decir su verdad, muy acorde con la búsqueda de los culturalistas de los años setenta.
La poesía de Angélica Murillo es una de las más interesantes, en cuanto explora diversas tradiciones culturales y literarias. Sin embargo, no es una poesía de fácil lectura, la enciclopedia de la autora se pasea por los salones de los sumerios a los bares de San José, del cine a la literatura, de la vivencia al sueño. El libro variaciones en torno a la trayectoria de una hormiga aporta una estética que se ha ido abriendo paso silenciosamente, pero firme en la poesía costarricense. A partir de esta y otras obras se irá desarrollando un crítica y una historiografía que podrá revelar los significados y el desarrollo de está poesía, ayudar al lector a que se acerque a este literatura. variaciones en torno a la trayectoria de una hormiga es un libro que hay que leer con cuidado, por muestra uno y muchos caminos, a la vez.
Cristian:
ResponderEliminarcomo lectora habitual de poesía, me revelo contra aquella que por su carácter críptico no toca al lector,casi no le comunica nada por la dificultad que representa en su lectura.De Angélica rescato el final:
Allá
donde la luna es un gorrión
y el arbol amarillo
busca en vano
el centro de la tierra,
no hay nada más profundo
que el desierto.
Nada
excepto el pan
tu sangre
y los ojos
de mi caballo.
Saludos desde Chile país de buenos poetas.
Estimada Mónica: Angélica Murillo me parece una excelente poeta. Pertenece a una segunda oleada de poetas jóvenes, quienes a mi juicio se decantan por la poesía culturalista como la de Gimferrer, Carnero y otros, y una poesía entre suramericana y norteamericana, a la que aún ahora no encuentro una etiqueta, pero que tiene como referentes a Gelmán, Boccanera, Rojas, Juan Manuel Roca, y por otro lado, Ginsberg, Bukowski, Kerouac, Corso, y otros. Son poetas que reaccionan contra esta forma de poetizar:
ResponderEliminarEl mar es un viaje
de unísonos caballos de ceniza.
Un galope abisal de cascos últimos,
como metal golpeando interminable
en la zona más ciega del olvido.
¿En dónde acaba su sonora ciencia
de tempestad y caracola y bruma?
¿En qué orilla termina
su frío reunido de campana?
Atado a los navíos
es un potro enjaezado
por la espuma del ansia,
con la grupa brillante de espejismos
y los lomos oscuros como abismos de pronto.
Tiene la fuerza de la desmemoria,
la unidad de la sombra,
la pleamar azorada de la estrella,
los empapados ojos del naufragio.
Y luego solo es mar:
un núbil alborozo
lamiendo en cada mano
su sal innumerable.
Cercado en los recodos
del sonido y de la noche,
como un tacto sexual lleno de peces
que subiera a los lechos todo fosforescencia.
Fragmento de "Es la hora del mar" de Laureano Albán. A este tipo de poesía, se le denomino trascendalista en Costa Rica, y dominó, domina y dominaría muchos premios universitarios, centroamericanos y nacionales. Yo, en mi calidad de cronista verídico, trato de describir este transcurrir de nuestra poesía.
Atte.
Cristián Marcelo Sánchez
Poemas como éste de Gonzalo Rojas me comunican en profundidad sus emociones.Aquí te lo dejo:
ResponderEliminarQUÉ SE AMA CUANDO SE AMA?
¿Qué se ama cuando se ama, mi Dios: la luz terrible de la vida
o la luz de la muerte? ¿Qué se busca, qué se halla, qué
es eso: amor? ¿Quién es? ¿La mujer con su hondura, sus rosas, sus volcanes,
o este sol colorado que es mi sangre furiosa
cuando entro en ella hasta las últimas raíces?
¿O todo es un gran juego, Dios mío, y no hay mujer
ni hay hombre sino un solo cuerpo: el tuyo,
repartido en estrellas de hermosura, en partículas fugaces
de eternidad visible?
Me muero en esto, oh Dios, en esta guerra
de ir y venir entre ellas por las calles, de no poder amar
trescientas a la vez, porque estoy condenado siempre a una,
a esa una, a esa única que me diste en el viejo paraíso.
Saludos
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ResponderEliminarPOSDATA DE UN AÑO DESPUÉS: Es increíble lo pedante que soy cuando me lo propongo. ;)
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