Todo el día no hago más que pensarte.
Espero regresar pronto.
Las horas irremediablemente se alargan,
Parecen magníficas serpientes.
Y no sé que hacer con este tiempo muerto.
La vida continúa como siempre.
En esta soledad tan solitaria,
No hago otra cosa que pensarte.
Pensar en ti es tenerte,
Es hallar la sombra de tu cuerpo.
Un fantasma acaso. Un fantasma apenas.
El día pasa con sus afanes,
Su carretón de frutas,
Sus mendigos y piedreros.
Mientras sigo aquí pensándote,
Dejando que el pensamiento
Te busque por el aire,
Te encuentre en el perfecto mediodía.
Todo el día he pensado en ti,
Y al pensarte me han visitado tus labios,
El aroma de tu piel.
Tu ser claro llena el espacio,
Donde no estás,
Donde te pienso.
Cuando regreses, sabré que mi pensamiento
No era mentira, que estarás allí
Donde mi pensamiento antes estaba.
(2011)
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Hola Cristian:
ResponderEliminarpensar es una cuestión metafórica, y un viaje en el tiempo sin transcurrir ni un segundo. Hoy siento que pensé demasiado. Un abrazo y gusto por leerte, como siempre.
Hola Diana: Muchas, gracias, creo que el pensamiento crea muchas cosas hermosas. Un abrazo fraterno.
ResponderEliminarhola, muy lindo, me gusta muchisimo, en buena hora amigo, otro buen poema
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