La habitación era pobre y vulgar,
escondida en los altos de la taberna equívoca.
Desde la ventana se veía la calleja,
estrecha y sucia. Desde abajo
subían las voces de unos cuantos obreros
que distraían su tiempo jugando a las cartas.
Y allí sobre un lecho barato, miserable,
el cuerpo tuve del amor, los labios
voluptuosos y rosados de la embriaguez--
tal embriaguez, que aún ahora
cuando escribo ¡después de tantos años!
en mi casa vacía me embriago de nuevo.
Kavafis
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Poeta Sánchez:
ResponderEliminarGracias por traernos este texto.
Siempre Constantin Kavafis, quien no publicó en vida un libro de poemas. Mas no hacía falta: cada poema de él es un libro.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.