Al borde de tus labios, el vacío,
el vacío salvaje del deseo,
un vacío tan hondo que entreveo
en la tierna dulzura del rocío.
Al borde de tu piel, escalofrío,
el delirio de un sueño en apogeo,
entre brisas y alas, un gorjeo
del océano o crespúsculo tardío.
Tu cintura es profunda como un cauce
y me arrastra, mujer, en remolinos,
por un mundo de sombra y porcelana.
Tu cuerpo es tan triste como un sauce,
se me pierde en un valle sin caminos,
como el terco recuerdo de un mañana.
Cuaderno de galanterías (2006-2010)
Cuaderno de galanterías (2006-2010)
Poeta amigo Cristian Marcelo:
ResponderEliminarEsta etapa creadora estilando esta composición del soneto, ya dice mucho de tus grandes capacidades poéticas. Pocos poetas reconocidos con el verso libre se atreven a incursionar en este tipo de expresión antigua tan amada y respetada, y menos atinan como tú. Realmente impresionante.
Puedes mandarme tu dirección física a mi correo o la dejás en un comentario en mi blog y con mucho gusto te hago llegar, sin coste, mi libro "Viaje de ausentes".
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Cristian, llego a tu blog gracias a Pere Bessó. He visto en su blog cómo admira tu poesía y aquí estoy leyendo y disfrutando tu poética.
ResponderEliminarEste soneto es elegante, vivo, lleno de fuerza. Me encantan los sonetos que fluyen naturales como éste.
Enhorabuena
Un abrazo
Ana
Estimada Ana Muela: muchas gracias, por tu visita, por tu sincero comentario...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
desde Costa Rica