miércoles, 8 de julio de 2009

Los más ingeniosos y fantásticos poemas cortos costarricenses

En la última década del siglo XX, ha crecido el interés de los poetas jóvenes y no tan jóvenes por el poema corto o breve. La preferencia por la esencialidad poética, por la concisión estilística, ha generado una constelación de poemas que logran gracias a su laconismo el asombro del lector. Las causas de la brevedad lírica pueden resumirse en la necesidad de digerir la mayor información posible en el menor tiempo necesario, o quizás, en la impronta de otras tradiciones literarias como la japonesa, o en las relaciones que se establecen entre los poetas y la realidad. De modo, cada vez es más común en el poema escueto en la lírica costarricense del siglo XX y el siglo XXI.
En la poesía occidental, existe una extensa tradición hacia la brevedad poética. El epigrama, por ejemplo, tiene con frecuencia un carácter reflexivo, gnómico, exhortativo o incluso amoroso. En la poesía española, el epigrama viene a significar, en principio, poema breve de estructura cerrada. Además, se encuentra la copla, definida como cualquier composición breve. Y acercándonos al siglo XX, la greguería de Ramón Gómez de la Serna, quien definió su creación como metáfora más humor, refiriéndose a unos poemas cortos escritos en prosa que tiene un espíritu satírico y una justa y precisa dosis de ingenio. Por último, el haiku, que atrajo primero a los poetas imaginistas, contiene diecisiete sílabas, repartidas en tres versos de cinco, siete, cinco. No obstante, el origen del poema breve en Costa Rica hay que buscarlo en otra parte: el grafiti. Se define como inscripciones o signos dibujados en paredes, muros, vagones de metro, cuyo objetivo principal es testificar la presencia del autor en algún lugar determinado. De esta manera, a pesar de la multitud de formas a disposición de los bardos costarricenses, el grafiti salta de la realidad a la literatura o viceversa, generando testimonios que ya no encontraremos en los baños de los bares universitarios, ni en las paredes de edificios públicos o privados, sino en poemarios de la más diversa índole. He aquí una muestra:

Todos tus pretextos son válidos
Embriágate esta noche
invéntalo todo
La isla de piedra de Mario Matarrita Ruiz

…irreparable

y ando conmigo
que no sé quien soy
Se alquila esta ventana de Jorge Arturo

(haiku)

como un rótulo de neón
sobre los adolescentes virginales
el relámpago va por dentro
El amor es esa bestia platónica de Carlos Cortés

Los pájaros aprendieron a volar
para escapar de nosotros
Tres noviembres de José María Zonta

todo esto es la breve antología
del joven sin piernas
La curvatura del silencio de Mario León Rodríguez

Reglas del juego

Todos coinciden en haberme amado.
Todos coinciden en haberse ido.
La mano suicida de María Montero

Tríptico II

I
(Trizas)
El corazón se va
sin remediar la lluvia.
Arrullo para la noche tóxica de Alfredo Trejos

xvi

la música es liviana
áspera en dorso más dócil

así es la vida
frecuencia de manicomio de William Eduarte

IV

No es mi piel
la que se marchita
bajo el sol
esta tarde.
Penumbra de la paloma de Laura Fuentes

II
el circo está herido de muerte
por el boquete de la lona frontal
se desangra en minuciosas filas de tres
los animales que imaginamos de Luis Chaves




Imán:
Instrumento alegórico del mundo de los espíritus.
IMAN son las siglas de la palabra Dios.
Homenaje a la ceniza de Joan Bernal Brenes

¿cómo lloran los locos?
¿cómo disputan un pedazo de aire
una botella?
Mala estirpe de Camilo Retana

Bonus

Una mañana
sorprendí al señor
de corbata del frente
tratando de mascarse
nuestro timbre
en el otro patio de María Morales

Equidad de género

Horror
Parecía un hombre
con el corazón roto
y hablando de política.
Pies de tinta de Seidy Salas Víquez

Coleccionando todo tipo de objetos

Caballito sin sombra
en la ficción de la noche,
no te has dado cuenta del azar
y del azar dos veces.
Carpintería de Esteban Chinchilla

El día

Sol que pasa
y calla, luz
que cruza y habla.
El columpio entre las hojas de Eugenio Redondo

31

En cada esquina de tu cuerpo
reposaba
un vendaval de pájaros
La suerte del andariego de Adriano Corrales

Los dragones de Escher

Un lagarto se acuesta junto a otro
la cola en la boca
la boca en la cola

Beso doble de los mares y el deseo.
Maremonstrum de Mauricio Molina Delgado

Un pato muerto en el Hudson

La corriente se lleva su cuerpo
con el chantaje de que las hojas secas
sean sus únicos amigos
asistiendo al entierro.
Natación nocturna de David Cruz

Deprecación

Salvos sean tus hijos de cresta verde
indemnes sean al canto de la flauta
al lagarto poliforme
que nos habita
Territorios habituales de Melvyn Aguilar

6

Los huesos guardan su furia para la sombra.
El círculo de fuego de Gerardo Cerdas Vega

Se podría seguir esta muestra de poemas cortos costarricenses. Así como describir otros aspectos que no sean la emoción que imprimen en el espíritu del lector. Apreciar la brevedad es sin duda una las cualidades de un lector postmoderno, rodeado de vacíos, ahogado por la indescifrable realidad que desborda los juicios y prejuicios. Quede pues para el lector la última palabra.

3 comentarios:

  1. Me gusta, me gusta!

    Son como el flash de esas cámaras digitales.

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  2. Qué dicha que te guste! Yo estaba pensando más en la idea del graffiti en poesía..

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  3. Me gustó caminar sin barandales por las gradas de estos poemas cortos

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