En
el año 2012, se publica el poemario Xarxa
D’Aranya de Melvyn Aguilar. Después de la presentación, el libro es
olvidado sin pena ni gloria, porque los grandes libros, los libros difíciles,
no son del gusto de los pseudolectores, menos de los pseudopoetas. Los poemas
de Melvyn Aguilar, como los de Minor González, Carmen Quintero, Bernardo
Corrales y Angélica Murillo entrañan un cambio en el decir y el hacer poético
costarricense. En el caso de Aguilar se desarrolla un proyecto poético bien
meditado y ejecutado con certera maestría. En Xarxa D’Aranya, la eficiencia y eficacia del lenguaje es un rasgo
determinante. El poema más pequeño es una construcción monumental, una catedral
barroca que se eleva ante los ojos atónitos de los lectores. El libro en su
totalidad rompe con la continuidad monótona de la poesía de la comunicación, de
la nueva sentimentalidad, del nominalismo poético.
Xarxa
D’Aranya
se traduce como tela de araña, la expresión venida del catalán nos muestra uno
de los recursos de la poética de Aguilar. El diccionario de la RAE define
telaraña como la tela que forma la araña segregando un hilo muy tenue; también
como cosa sutil, de poca entidad, sustancia o subsistencia; nubosidad real o
sensación de tenerla delante de los ojos, por defecto de la vista. Por otro
lado, Cirlot señala que la telaraña presenta el mismo simbolismo del tejido;
por su forma en espiral presenta también la idea de creación y
desenvolvimiento, de rueda y de centro. Desde
el título, el poeta nos revela las claves de su arte poética. El texto es un
tejido y una rueda en el que caen atrapados y atropellados los lectores poco avezados.
El poemario en sí es construido como una telaraña o, en su defecto, como una
araña sobre una telaraña cósmica.
El índice del libro no informa como
están distribuidos los poemas en los
apartados, solo refiere al título de cada apartado. Este es quizás uno de los defectos editoriales
del libro. Pues, el índice nos muestra lo siguiente:
Contenido
Poesía
y Memoria, a próposito de Xarxa D’Aranya
9
Memorándum
Ruleta
Rusa
15
Discurso
del tiempo (Introspecciones en III actos con introito) 37
Treinta
pesquisas para el laberinto de Ecinue
75
Podría pensarse que cada apartado es un
solo poema, pero no ocurre esto. Al abrir el libro, el lector se encuentra con
poemas distribuidos en cuatro partes y en esas cinco partes la siguiente
distribución de poemas:
Xarxa
D’Aranya
1.
Memorándum
a.
Infortunado
elogio a la paloma
b.
Capta
Spirae
c.
Chats,
Rue Caustiques
d.
Una
estufa verde para Roberto Bolaño
e.
Repasos
de un niño erudito
f.
Oinarrizko
I.
Si
II.
Y
ella entonces
III.
El
pez
IV.
El
dedo
V.
La
Flauta
VI.
Ella
VII.
La
inquietante belleza
VIII.
En
un mundo
2.
Ruleta
Rusa
a.
Dos
anotaciones para la muerte
I.
Bonum
noctem, dijo.
II.
Ponte
una capa verde.
b.
The
Blue Bar
c.
Vamos
a ver los renacuajos
d.
4:37
a.m.
3.
Discurso
del tiempo (Introspecciones en III actos con Introito
a.
Desafortu
b.
I
Acto (Leprosario)
c.
II
Acto (Esperpento)
4.
Treinta
pesquisas para el laberinto de Ecinue
I.
Estamos
II.
Altísima
la piedra
III.
Fíjate
bien
IV.
He
ahí
V.
Pero
ahora
VI.
Entretanto
VII.
Ahora
VIII.
Ya
es de nuevo hoy
IX.
Lleva
tu linterna de nardos
X.
Mira
con esmero
XI.
Ahora
XII.
Captura
la gran gracia
XIII.
Expulsa
de tu boca las abejas
XIV.
Tus
manos pon en la tierra
XV.
Dies
Mercuri
XVI.
Ahora,
de nuevo en el aire
XVII.
Dies
Veneris
XVIII.
Sabbath
XIX.
De
nuevo estamos
XX.
Duerme
XXI.
Descansa
XXII.
Duerme
bien
XXIII.
Duerme
y olvida
XXIV.
Duerme
XXV.
Y
que importa si las gentes
XXVI.
Y
desde ahora
XXVII.
Tus
hojas ya no caerán
XXVIII.
Ecinue
XXIX.
Y
porque fuiste ayer
XXX.
Y
nuevamente
De este modo, el lector encuentra que Memorándum está formado por seis poema; Ruleta rusa tiene cuatro poemas, Discurso del tiempo posee también cuatro
poemas, Treinta pesquisas para Ecinue
es un solo poema de treinta
fragmentos. Todo el poemario está enmarcado en la frase “Un éléphant se
balaḉait…” Stephen Hawking
en Sobre los universos paralelos
señala que su peso es proporcional a
la tela de araña, y que por lo tanto estamos frente a un universo paralelo. Cada
parte del libro debería pensarse como un universo paralelo a otro universo. Podría
ser una de las respuesta a la construcción de Xarxa D’Aranya.
Memorándum está formado
por seis poemas. Un memórandum es una comunicación
diplomática, menos solemne que la memoria y la nota, por lo común no firmada,
en que se recapitulan hechos y razones para que se tengan presentes en un
asunto grave. Octavio Paz, alguna vez dijo, que hay tres tipos de poetas: los
de la memoria, los del instante y los del tiempo que está por venir. Melvyn es
un poeta que apela a la memoria. Los poemas “Infortunado elogio a la paloma”, ”Capta
Spirae”, “Chats, Rue Caustiques”, “Una estufa verde para Roberto Bolaño”, “Repasos
de un niño erudito” y “Oinarrizko” son poemas que invocan el recuerdo de los
amigos muertos, de escritores muertos, de la juventud y de esos extraños seres
que nos sorprenden o emocionan. La telaraña que crea el poeta está formada por
varios recursos constructivos: el símbolo, el empleo de varios lenguajes
(latín, catalán, francés, vasco, gallego, italiano, cabilio o taqbaylit) y del
culturalismo. Estos procedimientos de escritura y estructuración le permiten
generar relaciones intertextuales que, sin embargo, no son percibidas por un
lector común. Los poemas de Memórandum se elaboran sobre el
recuerdo, la muerte, la escritura y el tejido.
Por otro lado, la sección titulada Ruleta rusa, hace referencia a un juego
mortal, cuyo origen es muy ambiguo. Suele afirmarse que el término “Ruleta
rusa” apareció por escrito por primera vez el 30 de enero de 1937.
Entonces, George Surdez, un suizo avecindado en los Estados Unidos
y que escribía novelas de aventuras, publicó una breve historieta de 2 páginas
en el semanario norteamericano Collier´s Weekly que tituló “RUSSIAN ROULETTE” sobre
su tema favorito, aventuras de miembros de la Legión extranjera que esta vez
servían en el norte de África y que contenía una carta enviada por un soldado
alemán que había sido testigo del suicidio de su superior, un sargento ruso que
servía en la Legión. Sin embargo, los poemas de este apartado “Dos anotaciones
para muerte”, “The blue bar”, “Vamos a ver los renacuajos” y “4:37 a.m.” siguen
utilizando la memoria como referente, y el uso de personajes literarios para
expresar las preocupaciones epistemológicas del poeta.
En el apartado, Discurso del tiempo, el poeta hace un ejercicio de escritura
automática y recursos creacionistas. Esta sección está formada por los poemas Desafortu,
Leprosario (I acto), Esperpento (II
acto), Ziam ed negiro (Akentus) (III acto). Los poemas en prosa acumulan
elementos poéticos, creando constantemente nuevas relaciones. En Desafortu, el
yo lírico mantiene una relación obsesiva con la mujer, el padre, el caballo,
los imperios de regadío, con la América anterior a América. En Leprosario, el
lector se encuentra frente a un poema político sin ser panfletario y sin ser
moralista. El yo lírico nos conduce por un bosque de símbolos, de referencias
históricas y personales. En Esperpento, se hace más visible la obsesión sobre
la muerte, muerte y vida se confrontan a través de símbolos cristianos,
griegos, paganos. En Ziam ed negiro, se desarrolla un final apocalíptico para
el alma, la poesía, la vida. En Discurso
del tiempo, el hablante lírico emprende una sacralización del cosmos, a
través de ideas teosóficas, masónicas o rosacruces. Hay un cierto misticismo
que se mezcla con la experiencia del poeta, una oculta a la otra.
En Treinta
pesquisas para el laberinto de Ecinue, el lector se encuentra frente a un
poema sobre la creación poética que, a la vez, trata sobre la creación de universo.
El poeta convierte a Eunice Odio en un personaje literario. Los primeros once
poemas están llenos de símbolos y un bestiario personal que sirve para entrar
en contacto con el espíritu de la poesía de Odio. Los primero once fragmentos
son un preámbulo a la creación del cosmos, la poesía y la individualidad, un
diálogo de poeta a poeta. Los siguientes fragmentos, son una recreación
poético-simbólica de la creación del universo judeo-cristiano por un
poeta-demiurgo o un poeta-alquimista. Al final, la memoria de esa creación es
lo que queda. La escritura sirve para recuperar la memoria: amigos, lugares,
lecturas, sueños, pesadillas.
Xarxa
D’Aranya
es un libro complejo y complicado, no apto para pseudo-lectores y menos para
pseudo-poetas. Su autor ha dicho: Me
gusta enfrentarme a la lectura de poesía retadora, que propone rabiosos juegos
con el lenguaje, que obliga al lector a ir más allá del texto, que trincha el
nervio y provoca el asombro, que formula estéticamente sin temor, sin
complejos, que eleva a las cosas y las circunstancias a un lenguaje
indescifrable. El lector que desee enfrentarse a Xarxa D’Aranya debe tomar en cuenta las palabras del poeta. Es un
libro difícil para lectores de best
sellers, un libro impopular para la gran masa de lectores y poetas de la
comunicación, trascendentalistas light, del realismo sucio o de la
porno-poesía. Pero, un libro gozoso para los lectores que saben que la poesía
es poesía, y definitivamente, no está en otro lado.
Excelente reseña.
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