Qué hacés.
Qué decís.
Putizorra. Percanta.
Me has herido.
Me has enmuertado el corazón.
Legal. Me troleaste.
Ni lágrimas pal pinto.
Mala nota.
Putizorra. Percanta.
Y yo que pensaba: "Promete".
Pero no hacías otra cosa
que pegar hueco.
Y ahora, sombreado,
foreveralone,
me cago en tus palabras.
Tu amor fue paqueteado
y la vara se me pudrió
por pega.
Manda la parada. Putizorra.
Andarás con un guineo,
haciendo el papel.
De por derecho,
vas jalando, esquinera.
Ahora que estoy crudo,
la pifiaste con ese mamón.
Estás miada, percanta,
y si por las dudas no te has dado cuenta:
mameluco el tuco,
idiota.
martes, 6 de marzo de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Prólogos, contraportadas y reseñas de mis libros
Prólogo de Todo es lo mismo y no es lo mismo La poesía de Cristián Marcelo es doblemente vital. Es vital porque respond...

-
Hoy, 7 de marzo de 2009, me llegó al correo "El bostezo sin sueño: Erick Gil Salas" de Gustavo Adolfo Chaves. ¿Cuál sería mi ...
-
LAS NUBES, QUE EL VERANO NO DESHIZO, ESTÁN QUIETAS. Es hermoso mirarlas, como la muchacha del vestido amarillo que arranca la cabeza...
-
Prólogo de Todo es lo mismo y no es lo mismo La poesía de Cristián Marcelo es doblemente vital. Es vital porque respond...
No hay comentarios:
Publicar un comentario