Basta de palabras cluecas,
de pisarlas,
de molerlas,
de aprisionarlas en cristal o plástico.
Llegó la hora de liberar el trueno,
de liberarlo en sonido estéreo.
II
Cuánto cante el ruiseñor,
cuánto cante el tijo,
cuánto cante el yo,
sea para ti el llanto.
de Corriente subterránea (2004-2010)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Prólogos, contraportadas y reseñas de mis libros
Prólogo de Todo es lo mismo y no es lo mismo La poesía de Cristián Marcelo es doblemente vital. Es vital porque respond...

-
Hoy, 7 de marzo de 2009, me llegó al correo "El bostezo sin sueño: Erick Gil Salas" de Gustavo Adolfo Chaves. ¿Cuál sería mi ...
-
LAS NUBES, QUE EL VERANO NO DESHIZO, ESTÁN QUIETAS. Es hermoso mirarlas, como la muchacha del vestido amarillo que arranca la cabeza...
-
Prólogo de Todo es lo mismo y no es lo mismo La poesía de Cristián Marcelo es doblemente vital. Es vital porque respond...
No hay comentarios:
Publicar un comentario